El dinero que la Junta aporta a la educación privada en Extremadura crece, pero sigue siendo inferior al gasto que realizan la mayoría de comunidades. De hecho, la región es la cuarta autonomía que menos dinero público destina a este tipo de enseñanza --privada concertada--, pese a contar con 77 colegios concertados --66 de Infantil, Primaria y Secundaria y 11 de Educación Especial-- repartidos por 28 municipios extremeños.

Los continuos desvíos de fondos en los presupuestos de la Consejería de Educación para cuadrar las cuentas de la enseñanza concertada generan permanentes debates sobre la coexistencia de este tipo de enseñanza privada --solo hay tres colegios 100% privados--. Ya se han realizado tres modificaciones de crédito y despiertan recelos porque para rascar el dinero que este año falta para mantener los conciertos educativos, nada menos que 21 millones --que es la diferencia entre los presupuestos del 2011 y los del 2012--, la Junta está "atracando", dice el PSOE, la enseñanza pública.

Menos dinero para el funcionamiento de los centros públicos, para la formación del profesorado, para inversiones en los centros de Secundaria,... que se suman al recorte del profesorado interino que está a punto de desvelarse, la reducción de monitores extraescolares o las ayudas al transporte.

Todo para garantizar que la escuela concertada sobreviva como hasta ahora y se ocupe del 20% de la enseñanza, donde según PIDE "también podría llegar la escuela pública ampliando los centros y a menor coste". Pero cuadrar sus cuentas con dinero de allá o de acá no significa que se libre de los recortes, ya que Educación plantea reducir 40 --la mayoría apoyos-- de las 1.469 unidades concertadas existentes hasta este curso.

Lejos de debates ideológicos --ya que la mayoría de la escuela privada y concertada es católica--, lo cierto es que el dinero público que reciben los colegios concertados, este año cerca de 80 millones si no hay más modificaciones para llegar a los 82 que recibieron el pasado curso aunque los sindicatos esperan nuevos movimientos, supone el 78% de sus ingresos --el resto procede de las cuotas voluntarias y otras actividades--, un 18% más que la media española, según la encuesta sobre financiación de la enseñanza privada 2009-2010, del INE. Así, los colegios concertados extremeños y los cántabros son los que menos dificultades tienen para costear el gasto que genera un estudiante.

COSTE POR ALUMNO El estudio revela que la aportación de la Junta es de 2.219 euros anuales por alumno matriculado en un centro concertado, mientras la media nacional es de 2.411 euros, casi 200 euros más. Extremadura se incluye junto con Madrid (que invierte 1.787 euros por alumno), Canarias (1.925) y Aragón (2.196) en la lista de las que menos dinero aporta para la escuela privada, es la cuarta con menor gasto público.

Respecto a la enseñanza pública, el puesto escolar en la concertada es 4.700 euros más barato, ya que según las cifras del Ministerio de Educación cada alumno 'público' cuesta al año 6.965 euros. Los motivos de esta enorme diferencia son más que justificables: la escuela pública soporta una red de centros rurales y extendidos por toda la geografía, mientras la mayoría de la concertada se concentra en las cuatro principales ciudades extremeñas --sin contar estas ciudades solo hay 24 municipios con colegios concertados--. La pública debe sumar así gastos de transporte, comedores y becas de material escolar para las familias en situación más precaria, mientras las subvenciones públicas de la concertada se limitan al gasto de personal y mantenimiento de los centros, aunque también se benefician de otra ayudas para extraescolares, material,...

Otro elemento que contribuye al diferencial es que la escuela pública tiene que atender las necesidades educativas especiales de los alumnos con logopedas y profesores de pedagogía terapéutica, como no lo hace la concertada, que solo cuenta con unidades de apoyo para alumnos con necesidades educativas especiales y minorías étnicas, que ahora se quieren recortar un 40%. Y por último, también hay que tener en cuenta las diferencias salariales, una permanente reclamación de los docentes de la concertada, que cobran hasta un 20% menos (según la antigüedad).

Es precisamente por esta diferencia económica entre pública y concertada por lo que la Administración mantiene los conciertos educativos, "porque le sale más barato pagar una subvención a una empresa que crear un colegio nuevo y es más cómodo", señalan desde CSIF. Y también porque a principios de los 90 con la obligatoriedad de la escolarización las administraciones tendieron la mano a las empresas para completar su oferta y creó jurisprudencia. "Cada cuatro años se elabora el plan de conciertos y no puede ser modificado si se mantienen sus condiciones", dice Manuel Pascual.

Este sindicato deja claro que nada tiene en contra de la escuela concertada mientras se mantengan en la misma proporción respecto a la pública (80% escuela pública, 20% privada), pero asegura que no es ni más ni menos que un negocio. El problema, según PIDE, es que ese porcentaje es superior en las ciudades. "En Cáceres casi el 50% de los alumnos están en centros privados y el resto en públicos porque la Junta no está construyendo los colegios necesarios. Es un disparate. Los maestros compran sus plazas y les pagamos los sueldos entre todos", replica José Manuel Chapado.

Desde ANPE pedirán explicaciones del último desvío de fondos, "porque no nos oponemos a esta enseñanza, pero no podemos consentir que sobreviva a costa de restar recursos a la pública". Mientras, UGT exige que se garantice un reparto equilibrado de los alumnos entre ambos centros, "por eso criticamos que recorten unidades de apoyo en la concertada", como critica también CCOO, que se opone a restar fondos a la escuela pública.

Por su parte, el sindicato mayoritario de la concertada, USO, defiende el ahorro que supone y asegura que si muchos concertados perviven es gracias a las aportaciones de las congregaciones religiosas a los que pertenecen, "puesto que la subvención pública no es suficiente, la concertada está bajo mínimos, está descapitalizada", sostiene Guillermo Sanabria. Defiende que en Extremadura, la escuela concertada es pública y se mantiene de la subvención puesto que no existe el negocio que sacan otras comunidades.

Pese a continuar siendo una de las aportaciones más bajas del país a la enseñanza concertada, el gobierno extremeño ha incrementado desde 2005 las subvenciones a estos alumnos en un 27%, cuando el gasto era de 1.608 euros, mientras el incremento ha sido de 30% para los estudiantes de la pública, que en ese año contaban con 4.808. El aumento se justifica en ambos casos, principalmente, por la extensión de las unidades de Infantil estos años.