La familia de los funcionarios autonómicos crece al mismo ritmo que aumenta el traspaso de competencias. De hecho, y gracias especialmente a la culminación de los traspasos de la educación y la sanidad, las comunidades prácticamente han duplicado desde 1996 el número de trabajadores a su cargo.

Madrid (con 114.000 nuevos funcionarios), Castilla y León y Castilla-La Mancha son las regiones que más empleo público han creado en este periodo. Por el contrario, el número de efectivos se ha reducido significativamente en Navarra, La Rioja y Cantabria, según los datos del ministerio.

Con todo, si en 1996 había 636.559 trabajadores dependientes de Administraciones regionales, el año pasado se contabilizaban 1,13 millones.