A pesar de las reservas en el reciente dictamen del Consejo de Estado, el Gobierno francés piensa prohibir el uso del velo integral en todo el espacio público y no solo en los servicios. Así lo adelantó el portavoz del Ejecutivo, Luc Chatel, tras el Consejo de Ministros presidido por Nicolas Sarkozy. Un proyecto de ley debe ser aprobado en mayo para que la Asamblea Nacional y el Senado lo examinen antes de verano.

Chatel no dio datos sobre qué tipo de castigo se aplicará a las mujeres con niqab, pero fue claro en la nueva línea decidida por Sarkozy y su primer ministro, François Fillon: "La prohibición del velo integral debe ser general, en todo el espacio público, porque la dignidad de la mujer no se divide". "El presidente de la República y el primer ministro han pedido a todos los miembros del Gobierno que se movilicen sobre este punto", añadió el portavoz, en una indicación sobre cuáles son las nuevas prioridades políticas.

"El segundo principio natural es que se debe hacer todo para que nadie se sienta estigmatizado a causa de su fe o sus prácticas religiosas", precisó al mismo tiempo Chatel en previsión de las probables críticas de la izquierda y las asociaciones musulmanas por una ley mucho más restrictiva de lo que se preveía al principio. Según este portavoz, el Gobierno presentará el proyecto de ley "después de haber consultado a los partidos y grupos políticos y, naturalmente, a las autoridades morales y religiosas".

Con esta iniciativa, Sarkozy pretende atajar cualquier posibilidad de que otras figuras de la derecha, como el presidente del grupo parlamentario de la Unión por un Movimiento Popular, Jean-François Copé, sigan abanderando la campaña antivelo integral. Además, quiere enviar un mensaje a los electores que se le escaparon en las últimas elecciones regionales de marzo votando a la ultraderecha del Frente Nacional.