Las heladas registradas en las últimas semanas en Andalucía, Murcia y Comunidad Valenciana --principales zonas productoras de las frutas y verduras que se consumen en estos meses en España-- han supuesto un varapalo para los agricultores de estas regiones pero también un mazazo para el bolsillo de los consumidores de las comunidades autónomas de destino de estos productos, como la extremeña. El frío extremo ha helado buena parte de las cosechas y ello ha provocado que lo poco que hay valga más dinero.

Un muestreo realizado ayer por EL PERIODICO en varios establecimientos de Cáceres, Badajoz, Mérida y Plasencia ha permitido comprobar que en algunos casos, como el calabacín, el precio para el público casi se duplica en las últimas semanas. El estudio realizado sobre estos productos de consumo habitual ha permitido constatar subidas que van desde un 5% en los pimientos hasta el 90% del calabacín, pasando por el incremento de un 14% en los precios de las berejenas, el 52% de las judias o el 80% de la lechuga. Las judías verdes, centro de las críticas, se están vendiendo a casi 7 euros el kilo (véase gráfico) en ciudades como Cáceres y Mérida.

"La subida ha sido general", explica Sara, dueña de una frutería en Cáceres, ya que ahora todo lo que se vende en Extremadura "es de fuera", principalmente de Murcia y Andalucía, comunidades en las que ha helado mucho. "La judía verde es de lo más caro, a 6,90 euros el kilo. Quien habitualmente compra judía ahora no lo hace si no es para el puré de los niños o para personas mayores". En su opinión, en pocos días va a salir al mercado la primera fruta temprana de Andalucía y ello puede ayudar a moderar los precios.

Las heladas no sólo han incrementado el precio, sino que la producción es de peor calidad. Sara asegura que "las naranjas se están estropeando más rápidamente de lo normal, ya que hay muchas que están heladas aunque tengan buen aspecto".

La escasez de oferta es evidente. "Yo siempre tengo espárragos trigueros y ahora hay poquísimos. Acelgas llegan, pero son caras y de vivero. El tomate lo tengo a 1,98 euros y es barato para como se está vendiendo por ahí".

TENDENCIA A NORMALIZARSE Desde Frutas Vaquero, situada en la plaza de abastos de Plasencia, se asegura que los precios están empezando a normalizarse así como las quejas de los usuarios por lo cara que está la cesta de la compra. Las judías verdes han bajado de casi cinco euros el kilo a casi cuatro, pero la lechuga, que no suele pasar de noventa céntimos, está a 1,25.

"Pero esas mismas judías verdes --advierte-- en Madrid se están pagando a seis euros el kilo". En Madrid, en Cáceres, en Mérida... El kilo de pimientos ha llegado a costar 3,25, pero ahora se ha quedado en 1,95, mientras que los tomates están entre los que más han mantenido el precio con una diferencia de 65 céntimos. Berenjenas o calabacines han llegado a 2,90 euros/kilo.

En el gráfico superior se han comparado los precios de cada producto en la actualidad en las cuatro ciudades con el valor medio nacional antes de las heladas. Sin embargo, en algunos sitios la brecha es aún mayor si se compara el precio actual con los de ese mismo lugar hace un mes. Es el caso de Mérida.

Los comerciantes del Mercado de Abastos emeritense denuncian la subida de precios. Además, anuncian que si la climatología continúa así, esta misma semana también la fruta será más cara. El tomate, por ejemplo, costaba el mes pasado entre 1,10 y 1,20 euros el kilo, pero ayer se pagaba a 1,80 euros. La lechuga ha pasado de costar 80 céntimos a casi 1,45 euros; los pimientos se han encarecido de 1,20 a 2,80 euros el kilo; los calabacines costaban el mes pasado 1,80 euros y ahora cuestan 3,40 euros; y las judías verdes se han disparado, al pasar de 1,80 euros a 6,50 euros por kilo.

"Ahora no se vende tanto como hace un mes y tampoco nos atrevemos a traer tanto género", comenta Francisco Rollán, que regenta un puesto en Mérida. Además, augura una subida inminente en la fruta, por las heladas que se están produciendo, y achaca también la situación al encarecimiento progresivo producido con la llegada del euro.

Pesimista es también Abdona Caballero, titular de otro puesto de frutas y verduras y para quien la situación "es muy grave, más de lo que la gente se imagina". Ahora, "se vende la mitad que hace apenas un mes", ya que la gente "no nos compra porque nosotros tampoco compramos tanto como antes debido a la subida de precios". La falta de lluvias y las heladas "nos está afectando bastante", sentencia. Es más, hasta su puesto llegaban productos de Sevilla, pero "han cerrado invernaderos y no nos abastecen". Tal es así, que vende espárragos de Perú y judías de Marruecos, por ejemplo.

Sin embargo, matiza, ayer mismo le sirvieron aguacates extremeños "más baratos que nunca porque las heladas les perjudican y prefieren venderlos antes que perderlos".

En Badajoz la situación es similar al del resto de ciudades. Isabel Anselmo, que regenta una frutería en la calle López Prudencio, comenta que las heladas tienen mucho que ver con la subida de los precios de frutas y sobre todo de verduras, porque "no hay y lo poco que hay vale un dineral". Se refería sobre todo a las lechugas, al perejil (difícil de encontrar), desde hace ocho días no tiene tampoco acelgas y las judías verdes, que aunque suben siempre de precio por esta época, "ahora es desorbitado" lo que valen. Están a 6 euros-kilo.

El Gobierno y los representantes de hipermercados, supermercados y pequeño comercio acordaron verbalmente el pasado 15 de febrero que el sector no trasladaría al público el incremento de precios motivado por la escasez de oferta por las heladas. No existe compromiso concreto sobre la reducción de márgenes que aplicará cada comercio.