El secretario regional del PSOE, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, compareció en la sede de su partido en Mérida al filo de las 23.15 horas para asegurar que "siempre que España ha estado en una situación difícil, los ciudadanos han mirado al PSOE", y tras comparar la victoria de ayer con la del 82, desveló que Zapatero le ha confirmado que Extremadura contará con un plan de empleo y con el AVE.

En un ambiente de euforia, aunque la fiesta estaba en la sede local, donde se dirigió luego, antes de marcharse a celebrar la victoria en Cáceres, indicó que el país ha estado viviendo en una etapa "triste, gris y perniciosa" durante los ocho años de mandato popular, y los españoles han decidido que tome las riendas alguien que devuelva al país a la regeneración democrática y el prestigio internacional.

El líder socialista no quiso evitar una alusión a los sucesos de los últimos días y comentó que sentía "un sabor agridulce, de satisfacción por la confianza depositada por los extremeños en el PSOE, pero de tristeza porque aún no nos hemos secado las lágrimas", y, aludiendo a Aznar, manifestó que "antes, cuando estábamos en un rincón de la historia, según decía, teníamos el problema de un grupo que nos mataba; ahora, que somos una potencia, tenemos dos grupos que nos matan".

VICTORIA DE EXTREMADURA En lo que se refiere a la incidencia que la victoria tendrá en Extremadura, Ibarra explicó que había mantenido hacia las 22.30 una conversación con Rodríguez Zapatero, "y me ha dicho que Extremadura ya tiene plan de empleo y AVE", y agregó que "también habrá otras cosas importantes, como la creación de un Ministerio de Cohesión Territorial, para que tengamos una oportunidad las tierras que no la tuvimos hace 30 años".

El dirigente extremeño del PSOE explicó que desde hace semanas "me olía" que su partido vencería, y manifestó que "soy el político que llevo más campañas con responsabilidad, y algunos saben que si hoy (por ayer) hubiésemos perdido, habría dimitido como secretario regional".

Rodríguez Ibarra señaló que "no me cabe ninguna duda de que Zapatero será investido presidente", y afirmó que, en su opinión, no debería hacer pactos ni coaliciones, más allá de algún acuerdo puntual".

Sobre su papel en un futuro Gobierno del PSOE, Ibarra indicó que "se puede ayudar a Zapatero desde un ministerio o desde la Presidencia de la Junta, y yo sólo querría ser ministro del Interior durante siete días para sacar a Galindo de la cárcel e indultar a Rafael Vera".

ETAPA DE ILUSION De cara al futuro, el líder socialista de Extremadura aseguró que "no vamos a defraudar la confianza que se ha puesto en nosotros, y sabremos hacer buen uso de los votos que nos han dado los ciudadanos", para agregar que "dije, y reitero, que Zapatero es el político más decente que hay en España, y se puede confiar en que será capaz de volver a unir los españoles, que no vivían una etapa de división como la que hemos pasado en los últimos tiempos desde el franquismo".

Rodríguez Ibarra finalizó destacando el hecho de que el delegado del Gobierno, Oscar Baselga, le hubiese llamado para felicitarle "lo que le agradezco", y, a preguntas de los periodistas, señaló que, en cambio, no había recibido ninguna llamada del presidente regional del PP, Carlos Floriano, "pero es lo habitual, y no lo esperamos", añadiendo que no quería arremeter contra el dirigente popular extremeño "porque ya tendrá bastantes problemas en su partido".

La euforia, algo marcada por la tristeza por los atentados del jueves, también se trasladó a partir de las once a la sede provincial del PSOE en Cáceres, donde se valoraba que, a pesar de haber empatado con los populares en escaños (dos para cada formación), logró superarle en unos 19.000 votos.

El secretario provincial de los socialistas, Juan Ramón Ferreira, manifestó que la alegría general estaba "contenida por los hechos del día 11", y subrayó que desde hoy se pondrá en marcha "un cambio claro en la forma de gobernar".