Ni pastas de dientes tóxicas, ni juguetes recubiertos con sustancias peligrosas, ni siquiera los intentos del mismo Gobierno chino, deseoso de centrarse en un patrón de crecimiento más basado en el consumo interno que en el envío masivo de productos al exterior. Nada parece poder detener el auge de las exportaciones procedentes de países asiáticos, especialmente las de China. Y Extremadura no se salva de esta avalancha: en el lustro transcurrido entre el 2002 y el 2006 el valor de los productos llegados desde Asia a la región se ha multiplicado por diez, pasando de los 12,8 millones de euros recibidos en el primero de estos ejercicios, a los 135 millones del pasado año, según las estadísticas del Ministerio de Turismo, Industria y Comercio.

Como era de esperar, China encabeza de forma más que destacada el ránking. El principal factor que ha propiciado el incrementó de los envíos procedentes del gigante asiático ha sido el auge de una partida, la de Fundición, hierro y acero , que en el 2006 supuso 79,3 millones de euros. Se trata de importaciones realizadas por tres empresas del Grupo Alfonso Gallardo --Alfonso Gallardo SA, AG Siderúrgica Gallardo y Alfonso Gallardo Ferromallas, según el listado de empresas importadoras de las Cámaras de Comercio--. Son productos semiacabados, alambrón y bobinas que se emplean para la producción de mallas y de chapas galvanizadas y prelacadas.

"La principal razón por la que el Grupo Alfonso Gallardo importa de China algunas de las materias que utiliza en sus procesos productivos es porque estas materias primas o productos semiacabados son deficitarios en España y hay que comprarlos en otros países, no sólo en China, también en Italia, Rusia y EEUU", indica este grupo empresarial en una nota remitida a EL PERIODICO. Además de para consumo interno, y dependiendo de cómo estén los precios de mercado, parte de estas importaciones se venden también a otras empresas ajenas al grupo.

Importaciones industriales aparte, la evolución de las manufacturas de consumo traídas desde China también puede calificarse de espectacular. Su valor se ha doblado en el último lustro. Si en el año 2002 representaban 5,7 millones de euros, cinco años después, en el 2006, la cifra sobrepasaba los 12 millones de euros. Y de seguir al mismo ritmo que el contabilizado hasta el mes de septiembre, aumentarán un 30% más este año, con lo que totalizarán 15´6 millones de euros.

Es el capítulo textil y de la confección el que concentra un mayor volumen de importaciones. A lo largo del 2006 supuso más de seis millones de euros, es decir el 50% del total de de las manufacturas recibidas. Y eso a pesar de que en el 2005 la UE y China firmaron un acuerdo para limitar las importaciones chinas de este tipo. El convenio expira al final del próximo año y el sector ya teme una nueva invasión de productos. El traslado de fábricas y las importaciones han hecho perder al textil español más de 50.000 empleos entre el 2003 y el 2006, según los datos del Centro de Información Textil y de la Confección (Cityc).

A continuación aparece un capítulo muy relacionado con el anterior, el calzado, con 1,6 millones de euros, y en tercer lugar los juguetes, con 469.000. En este caso, la cifra ha caído un 24% desde el 2002. En los últimos tres años, más del 80% de las alertas registradas por el Ministerio de Sanidad y Consumo referentes a juguetes correspondían a productos provenientes de Asia. Con importes mucho más reducidos aparecen los productos de alfarería (179.090 euros) y la joyería y relojes (105.470).

El volumen restante de las exportaciones procedentes del continente asiático está muy repartido. Así, a mucha distancia de China aparecen Arabia Saudí, con 6,5 millones de euros, India, con 5,2 millones, Israel, con 4,6 e Irán con 3,6 millones.