Cada empresa y profesional, público o privado, que trate con datos de carácter personal deben inscribir los ficheros con los que cuenta a la Agencia Estatal de Protección de Datos (AEPD). La información sensible incluye datos identificativos (nombre, apellidos, dirección, teléfono...); financieros (nóminas, rentas...) y de salud y religión, o académicos, profesionales, e incluso de aficiones.