El modelo de tren de alta velocidad acordado el jueves entre el Ministerio de Fomento, la Junta y los agentes sociales extremeños, supondrá una inversión, sólo para el trazado que discurre por Extremadura, de 1.900 millones de euros, aproximadamente, unos 430 millones más de lo previsto en principio.

Esto supone que el coste por kilómetro pasa de unos seis millones de euros a casi ocho millones, justo el doble del coste medio de un kilómetro de autovía.

El incremento de las inversiones previstas en un 30%, anunciado ayer por la ministra Magdalena Alvarez, y que se justifica en la necesidad de preparar las vías para soportar en el futuro el tráfico de mercancías, refuerza aún más la necesidad de que Fomento replantee su programación de inversiones en el corredor extremeño.

Esto es así porque se mantiene como fecha de finalización de la obra el 2010, y con la previsión actual (que alcanza hasta el 2008), el ministerio tendría que dividir en sólo dos ejercicios presupuestarios (2009 y 2010), unos 1.850 millones de euros de inversión, es decir, tres veces más de lo que contempla este departamento por año para todas sus actuaciones en la región.

MODELO MIXTO Por lo que se refiere a la elección del modelo mixto, aunque el horizonte para las mercancías sea a dos o tres décadas vista, cabe señalar que es el mismo que se está imponiendo en otros países europeos, dado que las líneas exclusivas para viajeros rara vez logran alcanzar un nivel de usuarios que las haga rentables.

Así se desprende del estudio Nuevas alternativas bimodales en corredores de alta velocidad , donde un grupo de expertos apunta a la necesidad de aprovechar los intervalos de paso entre convoyes de viajeros, así como los horarios nocturnos, para "utilizar las líneas de alta velocidad para el transporte de mercancías". En todo caso, en el informe se advierte de que este uso mixto obliga a calibrar cuestiones técnicas como la carga por eje (no todas las mercancías podrían circular por el trazado), velocidades de circulación y tipo de vagones, con el fin de no dañar las vías y "mermar la calidad ofrecida en el servicio de transporte de viajeros".

Este tipo de utilización mixta de los trazados de alta velocidad ya se está dando en Alemania, Francia e Italia, pero no en España, donde en la línea con una historia más larga de explotación, la Madrid-Sevilla, sólo circulan trenes de viajeros, alternándose los tipo AVE, con velocidades máximas de 300 kilómetros por hora, con los Talgo, que pueden alcanzar hasta 220 kilómetros por hora. Mientras, en Alemania, la línea Hannover-Wurzburg, con el triple de viajeros que la Madrid-Sevilla, comparte trazado con las mercancías, igual que la París-Lyon (22 millones de viajeros, por los cinco millones del trazado español), y la Roma-Florencia (10 millones de viajeros).