Fernández Vara sí ha optado por implantar en Extremadura el denominado ´céntimo sanitario´, modelo que ya funciona en otras autonomías, que grava el consumo de carburantes para destinarlo a coadyuvar el aumento del gasto en materia de Sanidad y Dependencia. Según el presidente de la Junta, el litro de gasóleo se incrementará en dos céntimos de euro y el de la gasolina en 0,024 euros. Como ejemplo puso que viajar de Cáceres a Badajoz costará ahora 14 céntimos más y que llenar el depósito de gasóleo supone un incremento de un euro cada vez que repostemos.

Quedan exentos del nuevo impuesto los profesionales del sector del transporte y también los del sector agrícola.

Pero el presidente asegura que ese incremento no tiene por qué repercutir íntegramente en el consumidor, ya que en algunas casos el sobrecoste lo asumen las compañías. Concretamente puso como ejemplo que la gasolina es ahora mismo más barata en las regiones que tienen implantado el ´céntimo sanitario´ que en las que aún no lo han hecho (Andalucía se sumó ayer), y que llenar el depósito en Salamanca es más beneficioso para el conductor que hacerlo en Cáceres o Badajoz. La Junta ingresaría por el nuevo gravamen casi 10 millones de euros anuales.

Pero la aplicación de este impuesto es para la Comisión Europea "ilegal" por contravenir la normativa comunitaria y ha pedido su revisión; de lo contrario, amenaza a España con llevar el caso ante el Tribunal de Justicia de la UE. Sin embargo, el Ministerio de Economía defiende su legalidad, aunque se muestra "abierto y flexible" a buscar una solución.