La ordenanza municipal (del año 2009) sobre protección del medio ambiente en materia de ruidos y vibraciones recoge dos zonas ambientalmente protegidas: la Madrila y Peña del Cura; y la plaza Mayor y alrededores (entra, por ejemplo, la calle Pizarro, donde ahora el ambiente nocturno ha crecido al mismo tiempo que las quejas vecinales).