Los datos de la Consejería de Desarrollo Rural confirman que la mano del hombre sigue siendo el mayor riesgo para la naturaleza. Y es que más de la mitad de los 1.643 incendios registrados el año pasado fueron provocados de forma intencionada, a los que habría que sumar parte de los más de 560 focos cuyo origen se desconoce.

Así lo refleja el informe anual del Consejo Económico y Social, que cuenta con datos de la Dirección General de Desarrollo e Infraestructuras Rurales de la Junta.

Este informe señala que sólo 19 fuegos se iniciaron por causas naturales, mientras que los hombres son también responsables de cerca de 200 incendios causados por negligencias y de un centenar provocados por diferentes maquinarias.

De los 1.643 incendios sólo 4 tuvieron más de 500 hectáreas y la mayoría (1.472) arrasaron menos de 5 hectáreas.