Miguel Sanz (Corella, 1952), candidato a la reelección como presidente de Navarra por la Unión del Pueblo Navarro (UPN), ganó las elecciones del domingo, pero perdió la mayoría absoluta. Ante el nuevo mapa, en el que son claves los aberzales que condenan la violencia, el principal representante del PP en Navarra presentó ayer una oferta "generosa" a su rival socialista.

--Mariano Rajoy ha propuesto que gobierne la lista más votada. Y se está hablando del canje de Canarias por Navarra. ¿Son moneda de cambio?--No lo entiendo así. Lo que Rajoy ha dicho es lo que ya había afirmado en campaña electoral: plantear un acuerdo con el partido socialista para que allá donde existan listas mayoritarias sean éstas las que gobiernen a través de pactos. Lo que ha salido de las urnas dice que Canarias tenga mayoría del PSOE, pero hay la posibilidad de que Coalición Canaria y el PP se pongan de acuerdo para desplazarlo. Y lo mismo en Navarra, donde hemos sido la lista más votada, pero no alcanzamos en número de escaños si el PSN pacta con los nacionalistas de Nafarroa Bai e IU. La opinión pública quizá lo entienda como un canje, pero no es así, o en cualquier caso es lícito plantearlo. El PP es soberano e independiente respecto a UPN, aunque tengamos un acuerdo.

--¿El ascenso de Nafarroa Bai le amargó el domingo?--No. Más que nada por la pérdida de escaños de nuestro socio de gobierno, CDN. Los ciudadanos no han valorado suficientemente su trabajo en las carteras de Vivienda, Medio Ambiente y Agricultura, pero así son las cosas. Y sobre Nafarroa Bai le diré que sus 12 escaños no son tal ascenso. Quiero recordarle que en la legislatura 1987-2001 el nacionalismo tenía más representación porcentualmente que la que tiene Nafarroa Bai yendo toda junta. Lo que ocurre es que esa coalición interesada ha sabido aprovecharse de la situación. Pero yo auguro que tendrán problemas internos. Ya los tuvieron para elegir a Patxi Zabaleta, que es un exmiembro de Batasuna.

--La pelota está en el tejado del PSN. Usted ya tiró los tejos el domingo a su líder Fernando Puras. ¿Ya han hablado?--Hemos tenido esta mañana ayer un encuentro y le he hecho una oferta generosa, que pasa por un gobierno en minoría de UPN con acuerdos de carácter institucional y respaldado por un pacto de legislatura. El reparto de responsabilidades no se hará de forma aritmética respecto de los resultados electorales. Uno lleva mucho tiempo en política como para saber que no hay que marear la perdiz. Las decisiones hay que tomarlas rápidamente. En mi caso las decisiones las toma mi partido aquí en Navarra, pero el PSOE es un partido federal y habrá que ver qué dicen desde Madrid. Formaremos una comisión negociadora.

--En la campaña electoral, Puras dijo que no aspiraría a la presidencia del Gobierno de Navarra si era la tercera fuerza, como así ha sido. ¿Cumplirá su palabra?--Habría que preguntárselo a él. El parece que se ve presidente, pero no aclara con quién.

--Lo que sí parece claro es que la alcaldía de Pamplona sigue en manos de su compañera de partido Yolanda Barcina.--Eso parece más claro, porque el desgaste de dejar la decisión en el Ayuntamiento de Pamplona a ANV, es decir Batasuna, sería tremenda para el PSN. Pepe Blanco dijo claro que el PSN no iba a pactar con ANV.

--Los votos parecen avalar los planes de Zapatero en materia antiterrorista y a la vez dar alas a la izquierda aberzale.--Sobre todo aquí en Navarra. En las elecciones del 2003 pactó en cinco ayuntamientos con los nacionalistas moderados y en estos comicios se ha estrellado estrepitosamente.