Las principales causas de defunción de los pacientes extremeños son las enfermedades cardiovasculares, que suponen el 33% del total; el cáncer, con un 27%; y las patologías relacionadas con el sistema respiratorio, con un 10%. En estas causas se encuentra el origen de siete de cada diez muertes en Extremadura. Se trata de enfermedades que están muy relacionadas con los estilos de vida de las personas, de tal forma que modificando una serie de hábitos, como el tabaquismo, el consumo abusivo de alcohol o la obesidad, muchos de estos pacientes ganarían "años de vida y calidad de vida".

Así lo indica el director general de Planificación, Ordenación y Coordinación, José Luis Ferrer, que ha dirigido los trabajos de elaboración del nuevo Plan de Salud de Extremadura 2009-2012, en el que se dará un impulso especial a la educación para la salud. "Los principales problemas de salud tienen que ver, en primer lugar con problemas crónicos (enfermedades cardiovasculares, cáncer...) que, al analizarlos, nos damos cuenta de que la mayoría, sino todos, están fuertemente condicionados por los estilos de vida", señala Ferrer.

Las patologías cardiovasculares también son la primera causa de ingreso hospitalario, con casi el 14% del total de las altas producidas en los centros hospitalarios de Extremadura. Y es que las cifras de morbilidad cardiovascular vienen aumentando desde hace más de 20 años, entre otras causas, por el envejecimiento de la población extremeña.

Desde el año 2000 ha aumentado un 25% el peso de los mayores de 80 años en la estructura de una población en la que una de cada cuatro personas tiene 65 años o más.

Por ello, el sistema sanitario se reorientará con la aprobación del nuevo plan hacia problemas de salud cada vez más relacionados con este tipo de enfermedades crónicas, y se impulsará el tratamiento de patologías adictivas, como el tabaquismo, que es la primera causa prevenible de muerte, "por lo que todo lo que se haga en prevención es una buena inversión".

Tareas para los colegios

Pero la educación para la salud no se reducirá a las instrucciones que el personal sanitario haga llegar a los pacientes a los que trata, sino que abandonará este ámbito para incorporarse de lleno al sistema educativo, para crear conciencia sobre hábitos de vida saludable en los ciudadanos desde la etapa escolar. Por esto la Consejería de Educación elaborará guías y manuales para las distintas etapas educativas, así como la puesta en marcha de un programa de educación para la salud en la escuela. Además, en cada centro habrá un responsable de la educación para la salud, que será quien coordinará todas estas actividades con las autoridades sanitarias.

Otro de los encargos que deberán afrontar los colegios será la promoción de hábitos que reduzcan la tasa de niños y adolescentes con exceso de peso, que actualmente se sitúa en el 30%. La obesidad infantil aumenta el riesgo a padecer enfermedades como la diabetes, y también incrementa las posibilidades de desarrollar enfermedades relacionadas con el sistema circulatorio.