El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha decidido extender este año al complejo hospitalario Virgen de la Montaña de Cáceres y al hospital de Mérida la cirugía de obesidad, que actualmente sólo se practica en el Infanta Cristina de Badajoz y en el hospital Virgen del Puerto de Plasencia. La sanidad extremeña ha tomado esta decisión al contar con personal cualificado capaz de afrontar estas complejas intervenciones y ante el incremento del número de pacientes que se ven abocados a la vía quirúrgica como única solución ante su exceso de peso.

El perfil más común del paciente que recurre a la cirugía de obesidad es el de un adulto con 1,70 metros de altura y unos 170 kilogramos de peso, que ha fracasado en varios intentos de perder peso mediante dietas. Tras la intervención, lo normal es que en los meses posteriores llegue a perder hasta 40 kilos. Según explica Juan Carlos Bureo, subdirector de Atención Especializada del SES, el número de operaciones previstas para este año duplica a las realizadas en el 2005. En Badajoz se prevén realizar unas 30 operaciones y 10 en Plasencia, además de alguna otra que se pueda producir en Mérida y Cáceres. En todo el 2005 se realizaron 21.

LISTA DE ESPERA La lista de espera para operaciones de reducción de estómago en Extremadura no es muy amplia, explica Bureo, y afecta a 14 pacientes para el Infanta Cristina de Badajoz y a dos para el hospital Virgen del Puerto de Plasencia. Para Bureo, el incremento del número de casos es reflejo de que los hábitos alimenticios de la sociedad son cada vez más inadecuados, lo que provoca "que cada vez haya más adolescentes obesos". "Pero la solución no es la cirugía, ya que ésta es el último paso cuando no queda más remedio", explica Bureo. Los expertos consideran que la clave está en cambiar los hábitos actuales por una alimentación equilibrada.

La técnica más extendida de cirugía de obesidad es la conocida como Larrad , que consiste en la realización de un by-pass gástrico mediante cirugía convencional. El estómago queda reducido al tamaño del huevo de una gallina, con lo que el paciente disminuye la cantidad de alimento que puede ingerir. Esto se traduce en una pérdida de peso por parte del paciente. Según los expertos, "los resultados globales de esta técnica son una pérdida mantenida del exceso de peso de aproximadamente un 75%-85% a los cinco años". En general, la técnica del by-pass gástrico no está exenta de riesgo, pues entre el 0,5% y el 2% de los pacientes fallecen por la intervención.

Otra de las técnicas empleadas para la ejecución del by-pass gástrico es por vía laparoscópica, es decir, mediante cánulas que entran en el cuerpo sin abrirlo (véase gráfico). En Extremadura, esta técnica se practica en el hospital Virgen del Puerto de Plasencia, cuyo equipo de cirugía se ha especializado en ella.

TECNICA MENOS INVASIVA La cirugía laparoscópica es menos invasiva al realizar mediante pequeños orificios en el abdomen, por donde se introducen una cámara de vídeo y los instrumentos de disección, corte y sutura necesarios. La última operación de este tipo, que duró seis horas, se realizó en Plasencia hace unas semanas a una paciente de 51 años. Esta persona fue dada de alta a los seis días y su estado de salud es "inmejorable", informó la Junta.

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