Uno de cada cuatro mayores extremeños que solicitan una residencia geriátrica no tiene plaza, lo que supone el 25% de la demanda. En la actualidad en Extremadura hay 8.992 plazas en este tipo de centros, de las que algo más de la mitad, el 53%, son de titularidad pública, pero todavía existen cerca de 3.000 ancianos que están en lista de espera para acceder a ellas. No obstante, Extremadura es la comunidad autónoma con mejor ratio de plazas por habitante, superior a la media nacional, al igual que sucede con la proporción de residencias públicas, que en España ronda el 30%.

Actualmente, la región cuenta con 4.792 plazas públicas, repartidas en 18 residencias para mayores de gestión directa de la Junta de Extremadura, 13 centros de gestión municipal y 86 pisos tutelados, además de los 11 centros concertados en residencias privadas. A ellas hay que sumar las 4.200 plazas de 63 residencias privadas. Pero esta infraestructura es todavía insuficiente para atender una demanda que crece progresivamente.

Según el director general de Servicios Sociales, Juan Carlos Campón, existen 2.200 expedientes de solicitud de ingreso, lo que supone que sean cerca de 3.000 mayores los que estén pendientes de acceder a estos centros, ya que muchas de las peticiones son realizadas por matrimonios. No obstante, Campón matiza que sólo entre 500 y 600 solicitudes pertenecen a personas con una "necesidad real" de ingresar en un centro.

LOS OBJETIVOS La finalidad de la Consejería de Bienestar Social es incrementar las plazas públicas hasta alcanzar una cobertura de 5,2 plazas por cada cien mayores de 65 años, según contempla el Plan de Mayores 2001-2005, una ratio superior a la marcada por la planificación familiar a nivel nacional. Además, en el caso de los denominados no válidos --los mayores muy dependientes--, el objetivo es alcanzar las cuatro plazas por cada cien mayores de 65 años. Asimismo, otra de las finalidades de la Administración regional es aumentar el concierto de las plazas residenciales, así como las gestionadas por los propios ayuntamientos.

En los próximos años el envejecimiento de la población extremeña y el cambio en los hábitos originará un importante incremento en la demanda de plazas geriátricas. Actualmente cerca del 20% del censo regional está formado por personas mayores de 65 años y se calcula que más de 42.000 ancianos viven solos --la mayoría de ellos, el 74%, son mujeres--. Además, hay 67.000 ancianos que no pueden valerse por sí mismos en tareas diarias como comer, vestirse o desplazarse, una situación que se agrava con la edad y que afecta a la mitad de los mayores de 80 años en la región.

Campón destaca que para este sector de población se ofertan recursos como los centros de día, de los que existen en la región 63 con 1.181 plazas, el servicio de teleasistencia, del que se benefician 2.789 personas, y el servicio de ayuda a domicilio, al que ya se han acogido casi 15.500 mayores.

COMPARATIVA Según los últimos estudios, en comparación con el resto de España, los ancianos de la región son los que más ayuda reciben de los servicios públicos de atención domiciliaria. Pero, pese a que el porcentaje de extremeños que obtienen este tipo de atenciones supera al de algunos países europeos como Alemania, la cobertura de estos servicios sociales todavía es baja respecto a las cifras medias que se manejan en Europa.