La preocupación por el medio ambiente no es nueva. En la década de los 60 surgió en los países occidentales una necesidad de ocuparse de los problemas relacionados con este ámbito y que desencadenó en una serie de encuentros entre expertos y responsables políticos a fin de poder buscar soluciones al tema.

Fue en 1973 cuando la Unión Europea publicó las primeras directivas medioambientales (entonces sólo tenían en cuenta normas para el márketing, uso y etiquetado de pesticidas y disposición de residuos tóxicos). Pero la protección del medio ambiente comenzó a tomar especial relevancia en la década de los setenta cuando los publicistas comenzaron a considerar las posibilidades comerciales de los productos no contaminantes.

Diez años después de las primeras normativas europeas se publicó la primera directiva comunitaria para el control de las actividades consideradas peligrosas. Los estados fueron adoptando estas medidas progresivamente y ya en 1993 el concepto de gestión medioambiental era algo totalmente asumido en la mayor parte de los países europeos.

Extremadura y España

¿Pero cómo se aplica este concepto en España y Extremadura? Actualmente un 87% de empresas españolas incluyen en sus presupuestos partidas destinadas a la gestión medioambiental, principalmente a los apartados de gestión de residuos, tratamiento y gestión de aguas residuales, emisiones atmosféricas y formación de empleados --los gastos para actividades de investigación y desarrollo no son habituales--.

En los últimos años el gasto de las empresas españolas ha crecido a un fuerte ritmo. Los últimos datos, publicados el pasado mes por el Instituto Nacional de Estadística y referentes al 2002, indican que la industria española dedicó a la protección del medio ambiente 1.891,2 millones de euros, lo que supone un incremento del 28% con respecto al año anterior.

Los gastos corrientes destinados a las actividades propias de protección medioambiental se elevaron a 1,001,2 millones de euros --el 53% del gasto total--, mientras que el dinero destinado a la adquisición de nuevos equipos para reducir la contaminación y ahorrar en materias primas alcanzó los 890 millones de euros.

En cuanto a Extremadura, el gasto total fue de 14,2 millones de euros, de los que el 61% --8,6 millones-- se destinaron a la protección medioambiental y el 39% --5,5 millones-- a la compra de equipos. Las cifras extremeñas suponen sólo el 0,75% del total nacional, lo que sitúa a la región en los últimos puestos del ránking nacional, sólo por encima de la comunidad balear (033%) y muy alejada de los primeros puestos, ocupados por Cataluña (25,50%), Andalucía (12,24%), Valencia (9,66%) y País Vasco (9,23%).

No obstante el dinero destinado por las empresas extremeñas a protección ambiental se ha incrementado más del 100% en sólo un año, pasando de los 4,2 millones de euros del 2001, a los 8,6 millones del 2002, una cifra muy superior a la media española (28%).

Por sectores

Respecto a la distribución del gasto por sectores, la industria manufacturera es la que destina más dinero, con una partida de siete millones de euros, de los que 3,8 millones fueron invertidos por las siderúrgicas y otros dos por las industrias alimentarias. Por detrás se sitúa el sector de la producción y distribución de energía, con 1,3 millones, y, en último lugar, las industrias extractivas, con un total de 300.000 euros.

El gasto principal se destina a corregir las emisiones de gases y a la depuración de aguas --3,5 y 2,3 millones de euros, respectivamente--, seguido de la compra de equipos para reducir el uso de materias primas contaminantes --700.000 euros--, y el tratamiento de residuos --más de 600.000 euros--.

A nivel nacional, las empresas que más invierten en equipos e instalaciones son las del sector químico, con 136 millones de euros. Por su parte, las industrias de la alimentación, bebidas y tabaco destinaron 128,3 millones, las de la metalurgia 127,2 millones y las de otros productos minerales no metálicos 110,9 millones.