Entre las prohibiciones de la ley se incluyen las de practicarles mutilaciones, su uso como reclamo por parte de fotógrafos ambulantes, drogarlos para posibilitar que cumplan una determinada función, no respetar los periodos de descanso en los animales de labor, sacrificarlos sin aturdirlos previamente o transportarlos en vehículos que no les protejan de la intemperie.

Además, como prohibiciones específicas se recoge su utilización en peleas, la filmación de escenas que conlleven crueldad o sufrimiento o su participación en espectáculos o festejos populares que supongan al animal maltrato o tratamientos antinaturales, excluidos los festejos taurinos autorizados.