La Consejería de Educación se encuentra en estos momentos negociando las unidades y plantillas docentes que serán necesarias para el próximo curso escolar. La propuesta de la administración, atendiendo al número de matriculaciones previstas en la comunidad, es suprimir 37 unidades o aulas en los centros de Infantil y Primaria, aunque tendrían que ser más si se atiende solo a los números, asegura.

«Las 37 unidades son la mitad de lo que correspondería atendiendo a los criterios técnicos de la Inspección de Educación que habría que suprimir en función de la reducción de la natalidad y, en consecuencia, del número de matriculaciones en los centros educativos de la región que, solo este curso, ha sido de en torno a 2.000 estudiantes menos y otros tantos el curso anterior», explican desde la consejería. Insisten en que todavía es una propuesta que sigue negociándose.

Aún así, la rebaja de unidades que se viene produciendo prácticamente cada curso ante el descenso de nacimientos ha reavivado el habitual debate sobre la enseñanza concertada. La mayoría de los sindicatos de la escuela pública considera que el cierre de aulas o unidades debe afectar en primer lugar a los centros concertados. El sindicato mayoritario, PIDE, va más allá y ha propuesto en la Asamblea de Extremadura reconvertir los centros concertados en públicos de forma paulatina. Plantea que cuando el profesorado se vaya jubilando sus plazas sean ocupadas por docentes de la pública.

Además, los sindicatos están preocupados por el descenso de alumnos y por lo que esto pueda suponer para el profesorado. Apuesta por rebajar la ratio de alumnos por profesor para ofrecer una enseñanza más individualizada, mejorar la atención en las escuelas y ganar en calidad. Desde la concertada, que también teme supresiones el próximo curso, USO defiende el sistema de conciertos porque «favorece la libertad y pluralidad de ofertas educativas». G. M.