La merma en la capacidad hidroeléctrica de los embalses puede pasar factura a la vuelta de unas semanas. De este modo, cuando el verano entre de lleno subirá la demanda de energía por el aire acondicionado, y habrá que tirar de los embalses.

Esto puede provocar un ´efecto dominó´, ya que para aumentar la potencia hidroeléctrica sería necesario desembalsar de las presas ubicadas cauce arriba del embalse donde esté la central, lo que agravaría el panorama si sigue sin llover.