El alternador es el encargado de convertir la energía mecánica en electricidad y ´bombearla´ a la estación eléctrica. El vapor que se produce en los generadores del reactor se traslada a la turbina, donde ese calor se convierte en movimiento --energía mecánica--. El movimiento de rotación llega al alternador mediante una pieza llamada rotor. A través de los distintos campos magnéticos esa energía se convierte en electricidad. "Básicamente el concepto es el mismo que el del alternador de un vehículo", explica Bernaldo de Quiros, director de la central.