El bloqueo informativo decretado por el Gobierno de Marruecos sobre el Sáhara Occidental ha desatado una guerra de propaganda de gran calado entre ambos bandos. El ministro de Exteriores marroquí, Fassi Fihri, mostró ayer imágenes del asalto de la semana pasada al campamento saharaui en las que se ve a lugareños actuando como milicianos, con palos, piedras y cócteles molotov y atacando a las fuerzas del orden, que "pacíficamente intervinieron". Paralelamente, activistas españoles escondidos en El Aaiún y otros recién regresados a España ofrecieron un panorama radicalmente diferente y repitieron las denuncias de abusos de los agentes marroquís.

Siete cámaras de vigilancia captaron, según Rabat, cada secuencia de los sucesos en El Aaiún. Las primeras imágenes fueron filmadas a las 6.45 horas del pasado 8 de noviembre y, con ellas, Marruecos quiere demostrar que los más de 20.000 saharauis que iniciaron las protestas sociales abandonaron el campamento de forma voluntaria. A continuación, el responsable marroquí enseñó otras imágenes en las que un grupo de saharauis ataca a pedradas a un gendarme y parece que lo asesinan, y un primer plano de un activista amenazando con un cuchillo a otro agente marroquí.

ORINAR SOBRE CADAVERES El vídeo ofrece también instantáneas de los disturbios que se extendieron a El Aaiún y muestra a agentes muertos dentro de un camión y cuerpos sin vida de militares tirados en el suelo que esperan ser recogidos mientras dos saharauis orinan sobre ellos. Algunos minutos están dedicados a los "saqueos y ataques contra edificios públicos y privados" durante los disturbios en la ciudad.

Los activistas en favor de la independencia del Sáhara rebatieron con vehemencia las acusaciones de Rabat. En un hilo de voz por temor al acoso policial, la activista catalana Isabel Terraza prometió, en tono exaltado, que seguirá "dando voz a los saharauis" hasta que se vaya. Terraza, escondida con una familia saharaui, dice sentir miedo por quienes la protegen. "Los agentes registran los domicilios, lo destrozan todo y arrestan a los jóvenes", denunció. La activista dice que el toque de queda se inicia a las 21.00 horas, y su llegada atemoriza a los saharauis. "Nadie se atreve a salir a la calle por miedo a ser detenido o herido. Es un estado de sitio y la comunidad internacional aún no ha hecho nada para evitarlo", grita de indignación.