--¿Cuáles han sido, a su juicio, los efectos positivos de la PAC en Extremadura?

--La cantidad de recursos que han llegado orientados hacia un determinado tipo de explotaciones han favorecido una reconversión y una reestructuración de la agricultura. Ha habido una modernización real. Podría haberse hecho más, no cabe duda. También ha permitido el desarrollo en algunos sectores de una industrialización importante, como el sector del vino, el porcino... Quedan algunas asignaturas pendientes, como el sector cárnico de vacuno y ovino, que se han quedado más cortos de desarrollo. Sin embargo, la cabaña ha tenido un desarrollo importante. En el sector hortícola y de regadío, también, aunque ahora el tomate atraviesa muy malos momentos, pero no cabe duda de que es un sector que ha aportado muchos recursos a la comunidad autónoma. Si aguanta el tirón de estos dos años hasta enlazar con el desacoplamiento, es un sector importante dentro de la economía de los regadíos. Estos pasos han significado la modernización, quizá insuficiente, en relación a otras comunidades autónomas y otras zonas europeas. Los pasos que ha dado la agricultura, si los hubiera dado sin los recursos europeos, hubiera sido traumático.

--¿Por qué ha sido insuficiente esa modernización?

--Se debería avanzar más en la industrialización y comercialización de los productos, y el excedente de recursos que han significado los contingentes económicos que han venido de la Unión Europea posiblemente se podían haber aplicado al desarrollo de la industrialización y comercialización de los productos. Tenemos sectores con una gran potencialidad pero que están en un desarrollo incipiente.

--¿Quién es responsable de que esos fondos no se hayan encauzado correctamente?

--Toca al sector agrario usar sus recursos para modernizarse, pero las administraciones tienen que tener claras las directrices por las cuales se tiene que andar. A mí me parece, por ejemplo, un error tremendo reciente que el sector del tomate, que ve que tiene capacidad de competir y se encuentra eufórico porque compite razonablemente en Europa, se embarque en un proceso industrial en el cual nadie le diga que no se pueden hacer cinco industrias por las cooperativas agrarias. Habrá que hacer una que sea de dimensiones importantes para estar en el mercado europeo. El esfuerzo de modernización lo tiene que hacer el sector, pero las directrices las tienen que marcar las administraciones. En lo positivo, verdaderamente se ha producido una reconversión más o menos profunda, y se ha producido sin trauma. Incluso hemos soportado dos periodos de sequía duros. Son los contingentes de dinero europeo francamente importantes los que han permitido que todo suceda sin que la sociedad en general se haya dado casi ni cuenta.

--¿Cuál es el principal fallo que observa en la PAC?

--Un fallo que yo le veo es que la PAC se hace a mucha distancia de donde está el sector agrario. Las directrices generales parecen muy claras cuando se habla de multifuncionalidad de la agricultura, competitividad, mejora del mercado..., principios que son muy claros y que todos suscribimos, pero luego yendo a cada sector y pueblo a pueblo no es tan fácil que eso se adapte a las necesidades de cada sitio.

--¿No cree que se ha establecido una relación de dependencia peligrosa con las ayudas ahora que parece éstas van a disminuir en el futuro?

--Ese es quizá uno de los elementos más negativos: la creencia dentro del sector de que sin las ayudas no tenemos nada que hacer. Otro fallo de la PAC es que muchas veces las ayudas han sido el eje director por el cual las producciones se han orientado. El ejemplo más claro es el tabaco en La Vera: me parece verdaderamente asombroso que se diga por activa y por pasiva, incluso las propias administraciones, que sin el tabaco no hay alternativa y aquí nos morimos. Eso es una verdadera barbaridad. Si en La Vera, a 200 kilómetros de Madrid, no hay posibilidades sin las ayudas del tabaco, entonces La Serena tendría que cerrar mañana. Esa dependencia de las ayudas es el lado negativo.

--¿Qué opinión tiene de la última reforma de la PAC que ha aprobado Bruselas y qué efectos cree que va a tener en Extremadura en su primer año de aplicación?

--Yo creo que es un paso más en la dirección de la que ya venía. Pero no me parecen negativos los planteamientos que tiene esta reforma, que busca que nadie tenga que orientar sus producciones por la consecución de la ayuda sino que la oriente por el mercado y por la mejor capacidad de su explotación. Como filosofía me parece que es lo que se necesitaba, es una oportunidad más para la modernización de la agricultura. El desacoplamiento de las ayudas es una buena oportunidad para que podamos derivar hacia los sectores más competitivos. Va a ser un paso más en la reconversión, ya que habrá menos gente que dependa de la agricultura. En los países desarrollados cada vez menos gente vive del sector primario. Se trata de un sistema que obliga a la gente a volver a posicionarse, que va a crear mercados bastardos de derechos, pero eso es casi inevitable.