Con sus huelgas de hambre, el etarra Iñaki de Juana Chaos alimentó la violencia callejera en Euskadi y puso al Gobierno contra las cuerdas al forzar su traslado a un hospital donostiarra. Acabada la tregua, el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó ayer que "no será trasladado a su domicilio cualquiera que sea el dictamen" de los médicos.