La mayoría de los extremeños viven en edificios construidos a partir de 1991, es decir, en construcciones bastante modernas. Sin embargo, también hay muchos, especialmente en los municipios de menor tamaño, que permanecen en casas antiguas. De hecho, más de 300.000 personas residen en pisos que fueron construidos en Extremadura antes de 1960.

La mayor parte de los edificios extremeños se encuentran en buen estado, tal y como declaran los vecinos de los mismos, algo que coincide con el hecho de que la mayoría son modernos. Aún así, cerca de 50.000 ciudadanos califica de "deficiente" su edificio, otros 10.000 de "malo" y más de 4.600 de "ruinoso".

Destaca también el hecho de que haya 1.900 personas afincadas en pisos con una superficie útil inferior a los 30 metros cuadrados, mientras que otros 16.000 lo hacen en casas de entre 31 y 45 metros.