La puesta en marcha a partir de enero del próximo año de la unidad de trasplante hepático en el hospital Infanta Cristina, de Badajoz, permitirá acabar con la actual lista de espera de pacientes que aguardan a que se les implante un hígado en el plazo de año y medio a dos años, según aseguró ayer el consejero de Sanidad, Guillermo Fernández Vara, durante la presentación del nuevo servicio. El consejero explicó que en este momento hay 40 extremeños a la espera de un trasplante de hígado, y la nueva unidad podría realizar, según la evolución actual del número de donaciones en Extremadura, entre 26 y 30 extracciones por año, lo que cubriría en un plazo de entre 18 y 24 meses la demanda de este momento.

En todo caso, Fernández Vara matizó que todo dependerá tanto de que se mantenga el número de donaciones, como de las compatibilidades entre donante y posible receptor y del diagnóstico de cada caso. Asimismo, advirtió de que el plazo marcado se refiere a los enfermos que hoy por hoy están en lista de espera, pero que debe tenerse en cuenta que durante los próximos meses es seguro que se incorporarán más personas a esta lista.

En los pasos previos a la puesta en marcha de esta unidad, que ya ha realizado sus dos primeras extracciones de hígado que han ido a parar a hospitales madrileños, ha colaborado el director de la Organización Nacional de Transplantes (ONT), Rafael Matesanz, y los especialistas en cirugía hepática y digestivo, Guillermo Solórzano y José Luis Montero, ambos provenientes del Servicio Andaluz de Salud.

REVOLUCION SANITARIA Matesanz reveló que la puesta en marcha de este servicio no es comparable a la de cualquier otra unidad de referencia, "sino que supone una revolución sanitaria porque se modifican los procesos de todo el hospital".

El director de la ONT manifestó que en la creación de la unidad, que podrá realizar su primer trasplante después de Navidad, una vez que se complete la formación de los médicos y enfermeros que participarán en la misma, ha sido un proceso largo y complejo. Según explicó "no se ha improvisado nada", y el primer paso fue comprobar que, en función del número de casos y de la población, era viable y necesario crear el servicio.

La siguiente etapa fue ver si se contaba con los recursos materiales y los medios humanos que permitiesen realizar las intervenciones con garantías, y en este sentido ya están listas tanto las infraestructuras como el equipamiento necesarios, así como el personal.

Como complemento, Fernández Vara apuntó que todos los hospitales extremeños han sido dotados de unidades donde se pueden realizar extracciones, de manera que el equipo de trasplantes del Infanta Cristina se desplazaría a los centros sanitarios cuando hubiese una donación.

Por último, Matesanz confió en que la unidad extremeña tenga en la población el mismo efecto que la implantación de estos servicios ha tenido en otras zonas, donde su puesta en marcha ha generado un incremento de las donaciones.