NACIO EN ZAFRA, EN 1976

FORMACION LICENCIADO EN MEDICINA Y ESPECIALISTA EN ONCOLOGIA MEDICA

CARGO MEDICO ONCOLOGO DE LA PRIMERA UNIDAD DE PREVENCION DEL CANCER HEREDITARIO DE LA REGION

MOTIVACION MUY INTERESADO EN LA INVESTIGACION MEDICA

El Hospital San Pedro de Alcántara acoge la primera unidad para prevenir el cáncer hereditario de la región. Cada miércoles, el médico oncólogo Santiago González atiende a pacientes con una probabilidad elevada de desarrollar un cáncer en el futuro, con objeto de reducir ese riesgo. Su consulta es el resultado de los primeros pasos de Extremadura en investigación oncológica, "el gran reto de la medicina mundial", según el especialista segedano.

--¿En qué consiste el trabajo de la unidad de prevención, un mes después de su presentación en sociedad?.

--Nuestra tarea consiste, una vez que se determinan las familias de alto riesgo, en identificar al individuo con más posibilidades desarrollar una mutación dentro de esa familia. Ese individuo es el único que se estudia en principio, porque la mutación puede encontrarse o no, depende del síndrome, de la edad del diagnóstico, de los familiares afectos... Tras identificar la mutación en el individuo, se estudia al resto de los familiares, ya que las posibilidades de heredarla son del 50%.

Cuando el familiar da positivo, en función del tumor, significa que tiene muchas más posibilidades de desarrollar la enfermedad. Por ejemplo, en el caso del cáncer de mama, la probabilidad es del 60 al 80%, mientras que en la población en general es del 6 al 8%. Por eso, los pacientes identificados reciben un "trato especial". Respecto a este tipo de cáncer, las estrategias son tres: entrar en un ensayo de quimioprevención, recibir un seguimiento más exhaustivo y someterse a la cirugía reductora del peligro. Estas medidas pueden bajar un 90 o 95% el riesgo de padecer cáncer, lo cual es bastante atrayente y significativo.

--Los pacientes o familias objetivo de esta unidad, entonces, son los que presentan unos tipos de tumores concretos.

--Así es, se trata de dos síndromes específicos: el cáncer de mama y ovarios, por un lado, y el de colon y endometrio, por otro. De esta forma, teniendo en cuenta la incidencia de este tipo de tumores en la población extremeña, se estima que podemos atender a un centenar de familias al año. En esta fase inicial, nos ocupamos de los pacientes derivados de la atención especializada de Cáceres, pero en el futuro esperamos atender también a los de atención primaria y del resto de la comunidad.

--¿A cuántas personas han atendido, de momento?

--En el mes que llevamos funcionando regularmente, con un solo día de consulta a la semana --que está previsto ampliar a dos-- en el que atendemos a entre cuatro y seis pacientes (ya que aún estamos poniendo a punto el servicio). Por tanto, habremos tratado una veintena de pacientes, aunque suponemos que la cifra irá aumentando. Tampoco es conveniente que haya una "avalancha", porque la gente no se entere bien y venga por cualquier tipo de cáncer, cuando nosotros nos ocupamos de dos.

--Los dos que presentan mayor factor hereditario.

--Claro, al menos de lo que está descrito hasta ahora, que puede cambiar en el futuro.

--¿Cuáles son los criterios para elegir a los pacientes?

--Hay diversos criterios, por ejemplo, en el cáncer de mama, si solo hay un afecto, su familia es elegible si este ha presentado el tumor a una edad muy temprana, en torno a los 30 años. En el caso de que haya dos individuos afectos, si uno tiene menos de 50 años también serían susceptibles de pasar por nuestra consulta. Eso sí, tiene que tratarse de familiares de primero o segundo grado. Aparte de estos criterios, que son los que se aplican en atención especializada, la mitad de los pacientes vienen por iniciativa propia.

--Ante la posibilidad de saber si desarrollarán un tumor en el futuro, ¿cuál es su reacción?

--La mayoría colaboran bastante. Todavía no hay mucha gente y quizá no es momento hacer balance, pero, salvo algún caso excepcional, el 90% de los pacientes muestran gran interés por el tema. Por supuesto, hay que tener en cuenta que estamos en la primera fase, o sea, seleccionar los pacientes para los que puede ser útil realizarse el test genético. Una vez que reciban el resultado, será muy importante la labor de la psicóloga, puesto que los pacientes pueden estar más estresados, sufrir cierto impacto emocional, etcétera.