La televisión, el cine o la literatura se han encargado de describir con mayor o menor acierto el trabajo que realizan los periodistas para elaborar un periódico. Pero detrás de las noticias y los informadores existe un importante equipo que es el que hace posible que el producto llegue cada día hasta las manos del lector. Son los trabajadores de la rotativa, quienes se encargan de que la tinta quede bien impresa en un papel al que saben cómo mimar. Las rotativas y sus trabajadores también tienen secretos y estos son algunos de los que esconde la moderna maquinaria de Servicios de Impresión del Oeste (SIO).
El papel llega hasta Plasencia en camiones que lo transportan desde diferentes puntos de España, Alemania, Francia o Finlandia, cargados cada uno con 15 bobinas, lo que supone unas 25 toneladas de papel. Las bobinas no son todas iguales. Se diferencian por el tamaño, el color y la calidad del papel, según la rotativa y el número de páginas con las que cuente el diario. En el caso de EL PERIODICO EXTREMADURA, la rotativa es Plamac, por lo que se usan bobinas de 1,72 metros.
Se trata de una materia prima delicada y en las rotativas saben que el papel debe cuidarse, ya que una rotura significa un paro de la maquinaria durante casi 20 minutos, por lo que todo el proceso sufre un retraso, incidiendo en la llegada del periódico a los quioscos de prensa o al buzón de los suscriptores.
En cuanto a la tinta, llega hasta SIO procedente de Barcelona o Madrid, en contenedores con capacidad para 1.500 kilos de negro, cian, amarillo y magenta.
EL AGUA
Otro de los elementos fundamentales en una rotativa es el agua. En este sentido, la rotativa de Plasencia cuenta con una planta de osmosis dedicada al tratamiento del citado líquido, a fin de adecuarle a las necesidades de la máquina. Para ello es necesario obtener de un 4,08 a un 5,02 de PH y una conductividad de 1.200 a 1.500. Pero, además, el agua debe remineralizarse, es decir, cada 50 litros de agua deben tener un 0,2% de mineral y una temperatura de entre 10 y 15 grados.
Para los que piensen que el gasto de papel es enorme, hay que decir que SIO incluye en su política empresarial la decisión de reciclar todos los materiales que se utilizan en el proceso productivo. Así, en el caso del papel hay dos procesos de reciclaje, por un lado el 75% de las bobinas que se compran son de papel que ya ha sido utilizado previamente, por otro, el papel y cartón que se ha usado se envía a reciclar en lugar de tirarlo.
En cuanto a la tinta, aunque no se puede reciclar directamente, sí es posible ahorrar más o menos material dependiendo de la forma en que se almacena. En las instalaciones de Plasencia la tinta se deposita en contenedores, no en bidones. Pero también se reciclan la madera, los plásticos y los aceites.
Todo esto no sería posible sin la importante inversión realizada en las instalaciones placentinas, la planta de impresión más reciente del Grupo Zeta. SIO supuso una inversión económica de 4,6 millones de euros (765 millones de pesetas), lo que significó una de las diez mayores inversiones realizadas en la región en el año 2001 --así como de las más grandes de Plasencia en materia empresarial--, cuando se inició la puesta en marcha de un proyecto en el que participa Sodiex como socio minoritario.
Así, se ha conseguido que Plasencia disponga de un parque de rotativas para offset único en la zona oeste de España. Para ello, sobre una parcela de 6.000 metros cuadrados, se levantó un edificio que alberga dos rotativas con sistema de cierre automático con capacidad para encartar hasta tres y dos productos a la vez, respectivamente.
UNA GRAN CAPACIDAD
La rotativa principal es una Plamag, modelo Noraset RO170, con una capacidad de tirada de 60.000 ejemplares a la hora, de un máximo de 128 páginas, con un 50% de ellas en color. En esta máquina se pueden imprimir publicaciones en formato tabloide de 297 por 400 y formato revista de 200 por 297. Esta rotativa cuenta con la capacidad de encarte automático de hasta tres productos a la vez y su altura equivale a un edificio de cuatro plantas. Para su traslado a Plasencia desde Praga se necesitaron 22 camiones tráiler y su montaje duró un año.
La segunda máquina rotativa de la planta es una Goss, modelo Community, con una velocidad acumulada de tirada de hasta 12.000 ejemplares a la hora y con la posibilidad de imprimir 64 páginas, ocho de ellas en color. Esta máquina soporta formato tabloide de 289 por 390 y revista de 190 por 289.
