De la amenaza de sequía a los desembalses. De campos secos a terrenos anegados por el agua. En menos de un mes la climatología ha dado la vuelta a uno de los periodos más secos de los últimos cinco años y 20 días de lluvia (copiosa en algunos puntos) han bastado para recuperar el déficit de agua acumulado en el año hidrológico en curso, retirar la amenaza de recortes para los regantes del Tajo y recuperar el nivel de los pantanos a niveles que se aproximan a los datos de la última década. Aún debe llover para despejar toda duda, pero por el momento el agua caída ha permitido respirar a muchos.

Los embalses extremeños tienen capacidad para 14.219 hectómetros cúbicos y están en estos momentos por encima del 60% de media con un volumen total de 9.464 hectómetros de agua acumulada, lo que supone un incremento de más de 1.000 hectómetros en la última semana y una variación en el mismo periodo del 7,68%.

Las reservas de agua en la cuenca del Guadiana a su paso por Extremadura (con capacidad para 8.037 hectómetros cúbicos) se encuentran al 57% de su capacidad, lo que supone un incremento próximo al 6% respecto a la semana anterior (+467 hectómetros). El volumen en estos momentos, gracias a las precipitaciones del último mes, se aproxima ya al 59% que registraban el año pasado en las mismas fechas.

En cuanto al Tajo (donde se llegó a solicitar al Gobierno la declaración de sequía), las reservas de agua se encuentran al 61% de su capacidad total (6717 hm3), casi 9 puntos por encima de lo registrado la semana pasada. La situación actual de los embalses mejora el 58% de agua disponible el año pasado en las mismas fechas, aunque está aún por debajo de las reservas acumuladas en el mismo periodo hace una década. Aun así, la variación de la última semana, por ejemplo, en embalses como el de Gabriel y Galán ha sido de 13 puntos, una de las más importantes de ese periodo en España. A nivel nacional, la reserva hidráulica se ha incrementado de forma histórica por encima del 6,8% (3.813 hm3) y se sitúa al 53,7% de su capacidad total.

UN MES GENEROSO/ El mes de marzo ha sido inesperadamente generoso con las precipitaciones, tanto, como para que no sea solo un mes normal sino para recuperar además el déficit acumulado (de 200 litros de media) en los meses anteriores, incluidos los dos que son habitualmente los más lluviosos del año hidrológico, octubre y noviembre (ambos terminaron inusualmente como muy secos). Desde el servicio territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ya apuntaron a finales del mes de febrero que iba a llover y que se prolongaría previsiblemente al menos 15 días. Pero la realidad y los efectos de las borrascas Emma, Félix, Gisele y Hugo han ido mucho más allá de lo esperado.

Según los datos de la Aemet, hasta el pasado 20 de marzo había llovido en 16 de los 20 días. Como consecuencia de eso, en la provincia de Badajoz, donde las precipitaciones acumuladas en este mes suelen ser de en torno a 22,3 litros, ya se habían registrado 140 litros, siete veces más; y en el caso de Cáceres, habían sido diez veces superior (212 litros) a lo habitual de un mes de marzo normal (de media 22,8 litros).

«En febrero la situación general no era buena, pero a partir del 26 cambió el comportamiento de la atmósfera, el anticiclón instalado sobre la península se marchó y comenzaron a entrar las borrascas, de modo que en solo dos días (27 y 28 de febrero), las precipitaciones acumuladas lograron que el mes terminara ya como normal», señala Marcelino Núñez Delegado de la Aemet en Extremadura.

Y en el mes de marzo, más lluvia. La que ha caído y la que se prevé que caiga también en los próximos días aunque sea ya de forma más dispersa que hasta ahora. «Marzo va a finalizar como un mes muy húmedo, y además se ha recuperado todo el déficit acumulado», destaca Núñez, que señala además que con lo acumulado en este mes escaso se está ligeramente por encima de los datos de un año hidrológico normal (estamos en el 104%). En este mes y durante el paso de la borrasca Félix (del 9 al 11 de marzo) se alcanzaron datos de récord en algunos puntos de la región, como los 133 litros de Hoyos del día 9 de marzo (el 10% de lo que cae en el año) o los 98,2 de Nuñomoral o los 72 de Hervás. A pesar de ello, continúa habiendo comarcas con déficit, principalmente al oeste de la provincia de Badajoz y en las Vegas Altas y Bajas, así como en la zona de Alcántara.

«La situación va bien y parece que va a continuar lloviendo, pero quedan tres meses y en ese tiempo hay que recoger al menos cien litros o se mantendría la situación de sequía», advierte el responsable de la Aemet en la región.

Para los próximos días la previsión es de nuevo de inestabilidad. Buen tiempo hasta el jueves y a partir de ahí vuelven algunas lluvias según los modelos disponibles en estos momentos en la Aemet, aunque Núñez recuerda que las previsiones podrían variar con el paso de los días: «la primavera es muy cambiante», advierte

Tajo y guadiana/ «La situación de la cuenca es de total normalidad. La concesión está asegurada y estamos aún a tiempo de que los cultivos se puedan llevar a cabo», destaca Manuel García, presidente de la Federación de Comunidades de Regantes del Tajo y de la Comunidad de Regantes de la Margen Izquierda del Alagón. En esta cuenca (8.000 regantes y 60.000 hectáreas de cultivos) han pasado en un mes de prever restricciones de entre el 35% y el 65% para esta campaña en los distintos sistemas, a una campaña normal. Sí que se han perdido contratos del tomate, por temor a no poder cumplir, pero la tónica que se prevé para los próximos meses de es una temporada de riego como cualquier otra.

En el caso del Guadiana no se habían previsto, a priori, restricciones, aunque también la lluvia caída ha dado tranquilidad a los agricultores «Ya se había trasladado que iba a ser una campaña prácticamente normal, pero afortunadamente la situación de la cuenca ha mejorado con estas lluvias», destaca José Martínez, presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. En el último mes la cuenca ha pasado en la región de un volumen acumulado del 42% al 58% actual y la previsión era llegar incluso al 60% con las lluvias de este último fin de semana.

Aun así la recomendación siempre es ahorrar agua y en ese sentido estas lluvias contribuirán también a que la campaña de riego sea más corta. «Lo normal es que el inicio de la campaña se retrase porque los campos están aún con agua y por tanto será más corta», añade.

La comunidad de regantes del Canal de Orellana es la más importante de esta cuenca, con 5.000 agricultores y 41.000 hectáreas de cultivos. «Ahora tenemos los embalses al mismo nivel que el año pasado», destaca José Vicente Ruiz, presidente de la comunidad.

En la misma línea, Ignacio Sánchez, secretario de la comunidad de regantes de Montijo recuerda que en el mes de febrero «sabíamos que el manejo debía ser exquisito para no derrochar ni una gota de agua, y con lo que se ha recogido ahora y lo que siga, la campaña se podrá llevar a cabo sin ningún problema».