--¿Cómo le sienta su traje de político? ¿Se siente cómodo en él?

--Me sienta adecuadamente. No es para que vaya como un dandy porque todos los trajes tienen sus defectillos, también los tenía el de la Universidad, pero sí, me siento cómodo, a gusto en él.

--¿Y después de casi medio año en el cargo se ha sorprendido de esa comodidad?

--No. No es cuestión de comodidad o no, porque yo me he tomado esta responsabilidad como un reto. A lo largo de mi vida profesional he trabajado durante diez años en la empresa privada, en la pública, en la Universidad... Y esto de la política era una vertiente que desconocía totalmente, aunque siempre me había llamado la atención. Cuando me lo propusieron le dí muchas vueltas. Calculo que dormiría no más de cinco horas en dos noches. Fundamentalmente por la responsabilidad que adquiría. Los momentos actuales y la consejería que me tocaba que, por cierto, era la única que me podía tocar, era como para pensárselo con detenimiento, como comprenderá. ¿Y después de medio año? Pues, encantado. O incluso más que eso: orgulloso. Orgulloso del presidente que me ha elegido y del partido que nos apoya. Eso sí, mi vida política será corta. De una legislatura.

--¿Ah, sí? ¿No se ve con más recorrido? Esto sí que es una novedad: no hay político que diga eso.

--Pues esa es la idea que tengo. Totalmente pensada.

--Pues sorprende, porque por un lado dice que está encantado con su actividad política, pero le pone fecha de caducidad muy cercana.

--Yo no veo contradicción. Viviré este tiempo apasionadamente, como lo estoy viviendo desde el mes de julio, pero como espero que al final de esta legislatura estarán encauzadas las dificultades con las que yo tengo que lidiar, me retiraré totalmente satisfecho.

--Decía antes que estaba orgulloso del presidente que lo ha elegido y del partido que lo apoya. ¿Se ha afiliado al PP?

--No.

--¿No ha pensado en afiliarse?

--No. Nunca he pensado en afiliarme. Insisto, yo estoy aquí transitoriamente. Y no tengo vocación de militante político.

--¿Y ahora que está metido de hoz y coz en la política y se tiene que levantar por la mañana y desayunarse con sapos...?

--Eso de levantarme antes de las 7 de la mañana es lo que más me cuesta. Lo llevo fatal. A lo largo de mi vida he trabajado mucho, pero no he tenido afortunadamente que madrugar.

--Le preguntaba que cómo lleva eso de los sapos de buena mañana, las polémicas, las malas noticias. Todo lo que forma parte del universo de un hombre con responsabilidades públicas. ¿Cómo se toma las críticas?

--Con total distanciamiento. Lo digo rotundamente. Desde el principio era consciente de que en la actividad política no te puedes tomar como cuestión personal las críticas, que son consustanciales al juego político. Esto no es la Universidad.

--A usted le han dicho cosas severas, incluso han puesto en duda su capacidad para hacer un presupuesto. ¿Le han dolido?

--Nunca. En absoluto. No me duelen nada las críticas. ¿Y sabe, entre otras razones, por qué no me duelen? Porque yo sé que he hecho los mejores Presupuestos que podíamos hacer y sé que forma parte del juego político que la oposición presente una enmienda a la totalidad y me ponga a mí de vuelta y media.

--¿Está pendiente de lo que dicen los medios de comunicación de usted?

--Pues tampoco, la verdad. Sigo leyendo los periódicos como lo hacía antes de entrar en política. No entro en internet, como tampoco entraba antes.

--Ha dicho que se sentía dolido con la polémica sobre la Universidad y los Presupuestos. ¿Cómo cree que lo recibirían si ahora mismo tuviera que volver al campus?

--No sé como me recibirían porque ha habido mucha 'movida' y muchos comentarios interesados que se han vertido. Porque yo creo que los partidos políticos han instrumentalizado este asunto, pero quienes me conocen en la Uex, después de más de 20 años allí, deben pensar, y si no lo piensan se lo aclaro aquí, que soy exactamente el mismo que cuando estaba en la Facultad. ¡Pero si yo he dado mi vida a la Uex, cómo puede pensar alguien que quiero hacerle daño!

--A pesar de su entusiasmo, de que no se arrepiente del paso que ha dado... a pesar de todo eso, ha habido algún momento en que ha pensado dimitir?

--Nunca. En absoluto. En serio, nunca. Se me pasa por la cabeza, pero otra vez es broma, cuando me doy los madrugones, pero se me pasa en seguida.