Un Centro Comercial Abierto se define como la agrupación de varios establecimientos comerciales independientes, que se encuentran ubicados en las calles de un espacio concreto con una tradición comercial en la zona (habitualmente en los cascos históricos de las ciudades), con una gestión externa común, y con unos criterios de unidad e imagen propia permanentes.

De esta forma, se constituye como una fórmula de organización comercial, con una imagen y una estrategia propias, y que goza de una concepción global de oferta comercial y servicios, cultura y ocio.

Este concepto ha surgido con fuerza en los últimos años en España como reacción a los centros comerciales y grandes superficies que empiezan a proliferar tras las progresivas medidas de liberalización de comercio y ante el evidente cambio en los hábitos de consumo de las familias.

Esta unión persigue cuatro objetivos prioritarios, que pasan por profesionalizar la gestión; especializarse en productos no distribuidos por las grandes superficies; asociarse comercialmente; e integrarse espacialmente.

El propio consejero de Economía y Trabajo de la Junta, Manuel Amigo, afirmó durante la presentación de los centros comerciales abiertos extremeños que se trataba de defender a los pequeños comercios ante el empuje de las grandes superficies.

Y es que la unión de los pequeños comerciantes les permite ofrecer muchos servicios hasta ahora reservados en exclusiva a grandes superficies e inaccesibles para ellos, tales como el envío a domicilio, la creación de tarjetas de fidelización o subvencionar el aparcamiento para los clientes.