Piense en un grupo de tres jóvenes a las puertas de cualquier instituto de la región. Uno de ellos lo abandonará nada más terminar la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o, incluso, sin ni siquiera haber obtenido el título. Extremadura ha mejorado mucho en la tasa de abandono escolar prematuro (jóvenes de 18-24 años que dejan los estudios tras la Secundaria), pero, con un 33,6% en el último año --último dato oficial, aunque provisional, del Ministerio de Educación--, todavía se sitúa por encima de la media nacional (31,9%), incluso a pesar de que esta ha aumentado en los últimos años.

Desde la Consejería de Educación, destacan el importante avance registrado por Extremadura desde que se asumieron las competencias (2001, cuando la tasa extremeña de abandono se situaba en el 37,9%), si bien reconocen que todavía es un problema generalizado en España. En cambio, desde la oposición, el PP reclama un plan específico para atajar este fenómeno y sindicatos como CSI-F o ANPE confían en los cambios que implicará el futuro pacto educativo y la nueva ley de educación. También la responsable de la Federación Regional de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Freapa), Joaquina López, aboga por que este sea uno de los objetivos prioritarios de la nueva normativa.

De momento, Extremadura ha logrado experimentar la mejor evolución entre 1998 y el 2008, pasando de ser la comunidad con mayor tasa de abandono prematuro (40,7%) a tener varias comunidades por detrás. De hecho, los siete puntos que ha recortado la región extremeña contrastan con los incrementos registrados en otras como La Rioja (que ha ganado siete puntos hasta llegar al 37,2%) o Madrid (con 5,9 puntos más hasta el 26,9%). También el índice nacional ha empeorado en el citado periodo (del 30,8% al 31,9%), lo que ha acentuado la convergencia de Extremadura, si bien la región aún está casi dos puntos por encima y se queda muy lejos de las comunidades con mejores resultados, como el País Vasco (14,7%), la única equiparable a la media europea.

LECTURAS Para el director general de Política Educativa, Felipe Gómez Valhondo, lo más importante es que Extremadura es la región con mejor evolución desde que se asumieron las competencias. "Y eso a pesar de que se tiene en cuenta a los alumnos de entre 18 y 24 años, es decir, que hay gente que puede haber dejado de estudiar hace mucho tiempo, incluso antes de que la Junta se hiciera cargo del sistema educativo en la región", resalta.

No obstante, aboga por "seguir trabajando" para mejorar este índice tanto en la comunidad extremeña como en el resto de España --cuyo empeoramiento lamenta--. En este sentido, considera el plan de refuerzo educativo, la inversión en educación (mejora del ratio de alumnos por profesor, gratuidad del transporte público en la enseñanza secundaria postobligatoria...) y la apuesta por iniciativas como los módulos de educación secundaria para personas adultas como la principales claves de la mejora experimentada en Extremadura.

Sin embargo, estas medidas no son suficientes para César Díez Solís, responsable de Educación del PP de Extremadura, que recientemente ha anunciado que presentará una propuesta de impulso en la Asamblea para que se cree un plan específico contra el abandono escolar. "Con el porcentaje elevadísimo que tenemos ahora (33,6%), más del doble de la media europea, no podemos iniciar ningún pacto para el cambio social en Extremadura, porque nos falla la base", denuncia.

En esa línea, sindicatos como CSI-F o ANPE muestran su esperanza de que el futuro pacto del que debe emanar la primera ley de educación de Extremadura contribuya a combatir el abandono temprano. Sin embargo, desde CSI-F, su presidente de Educación, Adrián Vivas, se muestra más optimista al asegurar que "los datos de los últimos años dicen se están adoptando las medidas correctas", mientras que el secretario de Acción Sindical de ANPE, Saturnino Acosta, aboga por "cambios profundos" que pasan por "la flexibilización de la Secundaria". Ambos coinciden, eso sí, en destacar la contribución de los profesores en la reducción de la tasa de abandono y muestran su esperanza de se mantenga esa línea.