Si la Ley de Tiempos de Respuesta en la Atención Sanitaria Especializada estuviese ya vigente en Extremadura, en vez de ser aún un simple borrador, el SES se vería en un grave aprieto, ya que al menos cuatro especialidades incumplirían los plazos máximos de demora.

Así, esta norma marca que no se esperará más de dos meses para ver al especialista, situación que no se da en alergología, dermatología, digestivo y neurología. Peor aún, mucho peor, es la situación en pruebas diagnósticas, ya que la demora máxima, fijada en un mes, se incumple en todas.

De este modo, tres pruebas --resonancia, endoscopia y TAC-- duplican la espera marcada, otras dos --ecografía y electromiograma-- la triplican, y las dos restantes --mamografía y pruebas de alergia-- se demoran cuatro veces más de lo debido.

18 días más

Esto significaría, según el mismo proyecto legal, que muchos extremeños tendrían derecho a que se les enviase a otro centro sanitario público de la región. Si la saturación general impidiese que esta solución fuese eficaz, el paciente podría optar por ser atendido en un centro privado que tenga concierto con el SES.

Con todo, lo más preocupante es que, pese al aumento de recursos, la situación sigue sin mejorar. Según el presupuesto del SES para este ejercicio, las intervenciones en clínicas privadas para paliar la lista de espera supondrán un gasto de más de 11 millones de euros, a los que hay que sumar otros casi dos millones para litotricias, TAC y resonancias.

Sin embargo, desde la Junta asumió las competencias, la demora media para ver a un especialista ha crecido en 18 días, pasando de los 45 días de enero del 2002 a los 63 días actuales, y sube la espera en cirugía general, digestivo, neurología, oftalmología y cardiología.

Mientras, en otorrino la situación permanece igual, y mejora en dermatología, ginecología y traumatología.