Entre las 20.30 de ayer hasta bien entrada la pasada madrugada, las calles del Casco Antiguo de Badajoz y sus recovecos fueron testigos de tres desfiles procesionales que partieron, los primeros desde Santo Domingo y San Andrés y, el último de penitencia con Nuestro Padre Jesús del Prendimiento desde la iglesia de la Concepción hasta la plaza Alta.

José Fernando Fernández procesionaba por primera vez como hermano mayor en Santo Domingo, pues aunque es el segundo año que ostenta el cargo, el año pasado el mal tiempo impidió que saliesen a la calle los cuatro pasos titulares del Miércoles Santo: Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amparo (por primera vez con costal), el Cristo de la Fe, Nuestra Señora de la Piedad y María Santístima del Mayor Dolor. Estaba previsto que anoche desfilasen acompañados de más de 400 personas, entre ellos, como novedad, un grupo de hombres con las mujeres de mantilla.

Y de la iglesia de San Andrés salía a la misma hora el majestuoso paso del Prendimiento (pesa 2.500 kilos), seguido de la Virgen de la Esperanza. El hermano mayor, Juan Manuel Rosado, contaba que no estaban los tiempos para estrenos, pero sí para ayudar al próximo. Y con este objetivo, entre hoy y mañana, esta hermandad va a recaudar fondos vendiendo a un euro las flores y las velas de sus pasos, cuya recaudación se donará a Cáritas o al destino que decida el párroco. Las velas no se ponen a la venta hasta mañana porque hoy pasa por San Andrés el Cristo de la Paz y la Virgen de la Esperanza lo recibe en la puerta con las velas encendidas.

De madrugada procesionó Nuestro Padre Jesús del Prendimiento desde la iglesia de la Concepción, en silencio. Y para no romperlo, este año el desfile cambió el recorrido en su tramo final. Al llegar a la plaza de España, en lugar de subir directamente por la calle San Juan hasta su parroquia, siguió en dirección a Donoso Cortes y giró por Bravo Murillo para evitar los pubs y los bares que a estas horas arman jaleo, según contó la hermana mayor, Teresa Valor.