De nuevo una riada, en Extremadura, pero en esta ocasión sin víctimas mortales ni daños personales, aunque sí muchos materiales. Ocurrió ayer, en torno a las ocho de la mañana en Valverde de la Vera, un pequeño pueblo de la comarca verata con una balsa de abastecimiento de agua potable que se les vino literalmente encima.

Con capacidad para 100.000 metros cúbicos de agua, en esos momentos almacenaba 60.000, según los datos que aportó por la mañana la consejera de Medio Ambiente de la Junta, Begoña García, desde Mérida. La balsa está situada en un alto, sobre el pueblo, por lo que el agua cayó en pendiente, atravesó la carretera que une Valverde con Madrigal y se llevó a su paso todo lo que se interponía, desde vehículos a muros, vallas, árboles, piedras, la piscina municipal, huertas... Atravesó la calle de la Mimbre entrando en todas sus viviendas; pasó por la Plaza Mayor, anegó el tanatorio local, arrastró un coche hasta chocar contra la ermita del pueblo y siguió su camino...

Según la Junta, una fisura en el muro de contención de la balsa fue la causante de la rotura. El presidente regional, Guillermo Fernández Vara, que acudió ayer por la tarde a Valverde para comprobar in situ los daños y hablar con los vecinos, dijo que el muro había pasado por obras hace un año. Por eso, ahora habrá que «analizar muy bien lo que ha ocurrido y por qué ha ocurrido», lo que harán técnicos de la Consejería de Economía e Infraestructuras. Es uno de los objetivos del ejecutivo regional, junto con la reparación de los daños.

evaluación de emergencia / En este sentido, el propio Vara señaló que la Diputación Provincial de Cáceres, cuya presidenta acudió también al pueblo, el Ayuntamiento de Valverde de la Vera y la mancomunidad de municipios harán «una primera evaluación de emergencia» de los destrozos y manifestó su «absoluto compromiso» de que se repararán.

Apuntó que, para hacerlo, se buscará la financiación necesaria y se mostró «convencido» de que llegará también ayuda del Gobierno Central, como así se establece en los planes de protección civil. «Todos tenemos que colaborar», subrayó.

Quiso destacar también la «adecuada respuesta» ofrecida tras la inundación y agradeció el trabajo realizado por «todo el mundo, empezando por la alcaldesa, que desde el primer momento se puso al frente de la situación».

Se trataba de una «situación de emergencia que, preocupó mucho de inicio y sigue preocupando», dijo Vara. De ahí que se activara el nivel 1 del Plan Especial de Protección Civil ante inundaciones, que posteriormente y, «una vez controlada la situación», quedó desactivado.

«Lo más importante era salvar vidas humanas y que no hubiera ninguna consecuencia personal», algo que «se ha conseguido», destacó el presidente de la Junta. Y para conseguirlo, se desplegaron medios como cuatro dotaciones de bomberos de los parques de Plasencia, Navalmoral y Cáceres; agentes de la Policía Local de Villanueva de la Vera y Losar de la Vera; doce patrullas de la Guardia Civil y efectivos de la Cruz Roja, entre ellos tres equipos acuáticos que no tuvieron que intervenir. Esto además del personal de conservación de carreteras de la Junta, que se afanaba ayer en limpiar para dejar transitable la carretera hacia Madrigal, que se esperaba estuviera abierta al tráfico a última hora de ayer o primera de esta mañana.

También acudieron voluntarios de Protección Civil de Plasencia y medios materiales y humanos de la contrata municipal de limpieza de Cáceres, Conyser. Tanto el ayuntamiento cacereño como el placentino mostraron ayer su disposición a colaborar en todas las necesidades que pudieran surgir, en palabras de la alcaldesa Elena Nevado y el alcalde Fernando Pizarro.

solidaridad y reacciones / Lo primero que hizo la Junta fue enviar tres camiones cisterna para garantizar el suministro de agua potable, mientras se procedía a limpiar el lodo en la red de conducción de agua, lo que podría prolongarse entre dos y tres días, según el consejero de Infraestructuras, José Luis Navarro.

Este presidió ayer una reunión de urgencia en el Ayuntamiento de Valverde de la Vera, a la que asistió también la presidenta de la Diputación de Cáceres, Rosario Cordero, la alcaldesa, Nathalie Victoria Deprez, el 112, Guardia Civil, Cruz Roja y el SEPEI.

Además del trabajo in situ, mostró su solidaridad con los vecinos la Asamblea de Extremadura, a través de su presidenta, Blanca Martín, quien subrayó que «por suerte, no tenemos que lamentar daños personales». También lo hicieron partidos políticos como Ciudadanos y el PP. En este caso, el secretario general del PP autonómico, Fernando Manzano, visitó la localidad para conocer los daños y mostró su «apoyo y solidaridad».

Por su parte, Victoria Domínguez, portavoz de Cs, pidió a la Junta que estudie lo antes posible los daños ocasionados y plantee medidas de urgencia para solucionarlos, además de expresar su solidaridad. También, señaló que «por desgracia, lo sucedido pone de manifiesto que la propuesta de resolución presentada por Ciudadanos en el último pleno de la Asamblea y aprobada por unanimidad sobre la puesta en marcha de la Ley de Emergencia y Protección Civil hay que tramitarla lo antes posible».

Y desde Podemos, la presidenta del grupo parlamentario en la Asamblea, Irene de Miguel, indicó que habrá que estudiar «si se tuvieron en cuenta» y se investigaron denuncias por «serias deficiencias» en la balsa.