Es uno de los políticos extremeños que más experiencia tiene en el Congreso. En diciembre anunció que lo dejaba. Quiere centrarse en otros campos y olvidar los malos momentos.

--¿Confirma que deja la política?--Sí, ya lo dije. Ni aspiraba ni pretendía ni quería estar en las listas. Ni lo he pedido ni me iba a meter en batallas, ni aunque me lo hubiesen pedido.

--¿Por qué?--Tras 19 años, he cubierto mi ciclo parlamentario. Quiero recuperar mi libertad y dedicarme a las dos organizaciones que presido, la Liga Española de la Educación y la Fundación Cives. Solo eso, no me voy por ningún disgusto ni problema con nadie.

--¿Cómo calificaría la legislatura?--Ha sido buena, especialmente en lo personal. He participado en la aprobación del carnet por puntos y en la modificación del código penal en materia de delitos de seguridad vial. Y también he sido ponente de una ley importante para la región, la de declaración de Monfragüe como Parque Nacional, junto al diputado del PP Amador Alvarez.

--Y ha atendido otras empresas...--He intentado estar al servicio de la provincia, atender a mis electores, y al mismo tiempo realizar otras actividades como ciudadano. Tengo esa otra dimensión que todo diputado debería poseer. Con Fundación Cives he trabajado a fondo en la formación de profesores para Educación para la Ciudadanía.

--¿Los ataques que ha recibido por ello constituyen uno de los peores momentos de su trayectoria?--Sí, no es un plato de buen gusto. Pero uno también se valora a través de sus adversarios, porque algo importante habrán visto en mí cuando la Cope y el ABC han decidido atacarme. Esto siempre te provoca un disgusto y he interpuesto una querella criminal contra ellos. Pretendían desprestigiarme. Es amargo, pero he tenido la solidaridad de mi partido y de 70 organizaciones no gubernamentales. Moralmente no me ha afectado, ni a mí, ni a mi familia, ni a las fundaciones. No tengo nada que ocultar.

--¿Los diputados deben mirar más por su circunscripción?--Uno debe lealtad y dedicación a los electores que le han votado, pero el diputado pertenece a un órgano de soberanía indivisible y nacional. Eso sí, el hecho de que te hayan votado te ata moralmente a las personas y les tienes que dar una réplica, responder y atender.

--¿Se trabaja mejor en mayoría?--Hay muchas diferencias. La labor de oposición es más ingrata. Yo defendí una reprobación contra Rajoy por menospreciar a mi grupo. Entras en debates agrios, duros, incluso agresivos. Si estás en la mayoría te dedicas a apoyar al gobierno y a gestionar los proyectos de ley, que han sido multitud en esta legislatura.

--¿Es tan agrio el tono del PP?--En esta legislatura lo ha sido especialmente, y también en la anterior. Con Aznar hubo un cambio muy importante en los comportamientos parlamentarios. El PP cambió radicalmente los modos. No obstante, las expresiones pueden ser muy duras, pero luego dicen que son cosas del guión.

--¿Se recuperará el respeto entre los dos grandes partidos?--Si en la próxima legislatura la diferencia en escaños se mantiene o se incrementa a favor del PSOE, el PP reflexionará y se distanciará de este comportamiento. Pero si se acorta, el tono se endurecerá aún más.