Cáceres miró ayer con otros ojos a Aldea Moret, barriada cacereña azotada por importantes problemas sociales, que acaba de inaugurar el Centro de Interpretación de la Minería en Extremadura, gracias a la importante restauración que la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura ha realizado en el pozo de extracción de la mina de La Abundancia. El consejero de Cultura, Francisco Muñoz, el alcalde de Cáceres, José María Saponi, y numerosas autoridades y representantes de la sociedad cacereña se dieron cita ayer en la puesta de largo de un edificio que recrea espectacularmente el pasado más floreciente de la cuenca minera cacereña.

Precisamente, Saponi destacó el valor histórico, social y cultural de Aldea Moret y comentó a los periodistas que el poblado minero --con la próxima restauración del edificio Embarcadero-- y la ciudad monumental serán "dos ejes atractivos e interesantes" en la preparación de la candidatura de Cáceres para convertirse en Ciudad Europea de la Cultura en el año 2016.

La inauguración de ayer fue, sin duda, un paso importante para contribuir al desarrollo de este barrio, siempre más noticioso por problemas de marginación y delincuencia que por actos de este tipo. Y en esto ha contribuido la Consejería de Cultura a través de la Oficina de Gestión del proyecto Alba Plata.

LA CESION Fue hace unos años, como ayer recordó el alcalde, cuando la empresa Pronorba, propietaria del terreno, cedió La Abundancia al ayuntamiento, que la puso a disposición del gobierno autonómico. Una inversión de 588.991,86 euros han hecho posible que el edificio más importante del antiguo complejo minero de Aldea Moret, situado en la zona sur-oeste de la ciudad, se convierta en un museo en el que descubrir y recorrer la historia de la minería y la metalurgia en Extremadura.

La intervención se ha centrado en recuperar la boca de extracción del mineral. Destaca la instalación de un ascensor panorámico que coincide con la ubicación del antiguo elevador de acceso a lo más profundo de las galerías. Una manera, como dijo el consejero, de hacer de la cultura "un elemento de superación del dolor humano".