Ante la falta de reacción positiva de los mercados de crédito al plan de rescate y al resto de medidas impulsadas por el Gobierno de Estados Unidos, el Departamento del Tesoro se plantea ahora comprar directamente acciones de bancos, incluso de los más saneados. El plan, confirmado ayer por la Casa Blanca, está en una fase preliminar y es similar al anunciado el miércoles por el Ejecutivo británico.

El Tesoro está amparado por el plan de rescate para inyectar dinero en bancos que lo pidan y, a cambio, participar en su propiedad. La portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino, aclaró que la inversión irá dirigida a entrar en el capital de las entidades, pero no a asumir su gestión.

Perino justificó el plan con el argumento de que la crisis financiera es tan intensa que el Ejecutivo se ha visto obligado a tomar medidas "radicales, agresivas y audaces" que no "forman parte de sus instintos naturales", en referencia a las críticas por lo que algunos consideran un nuevo recorte del libre mercado.