Pasa la vida y transcurre el tiempo en sentido contrario al de la honradez. Por lo menos en este país. Cuando ponemos nuestra ignorancia en manos de esos teóricos capacitados, la rectitud del ánimo se pervierte. Demostrado. No esperen nada de aquellas personas que prometieron o juraron, con todo boato, en nombre de no se sabe qué difusa lealtad. Inseparable compañera es la dependencia humana, por la que todos tenemos que ir desfilando bajo las metódicas órdenes de los avezados mandos de este ejército de mandamases.