Nadie puede negar que estamos pasando por una etapa muy dura, no exenta de dificultades, donde la motivación y el reconocimiento se hacen más necesarios que nunca en la tan difícil tarea de cuidar a los enfermos.Estas dificultades se ven aumentadas por las características especiales de los pacientes, por el grado de dependencia y penosidad.Desde hace tiempo, mucho antes de que empezara esta crisis económica, en las unidades de Medicina Interna del Hospital Perpetuo Socorro de Badajoz, tenemos muchas necesidades, las mÁs importante de personal.Personal muy necesario para cuidar a los que no pueden hacerlo por si solos y a todos los que perdieron la tan preciada salud.El día a día resulta sofocante, estresante, agotador. Los sentimientos se tambalean y el carácter humano de nuestro trabajo, pierde enteros por momentos.Afortunadamente, el reconocimiento y la gratitud en muchos casos de familiares de pacientes que no están entre nosotros y que pasaron sus ultimas horas bajo nuestra responsabilidad, arropados por nuestro cariño, hace que todo sea mas llevadero, menos sofocante, menos agotador e imprime a nuestra profesión el carácter humano y profesional, que tiene que ser siempre y a pesar de todo, lo que distinga a nuestra profesión del resto.Quiero yo también expresar mi gratitud, a los familiares de Josefa, Felipe, Luis, Antonio, Teresa, etcétera, todos ellos, personas anónimas para usted, no para nosotros, ya que con su reconocimiento refuerzan nuestra motivación y le dan un sentido a todo lo que hacemos.A nuestros directivos, decirles que aprendan y modifiquen el chic. Que el dinero no lo es todo.