Rafael Sánchez Ferlosio, el escritor más secreto e insobornable de las letras españolas, fue distinguido el pasado 2 de diciembre con el Premio Cervantes, concedido por el Ministerio de Cultura y considerado poco menos que el Nobel de la literatura en castellano.

Se ha cumplido de este modo la norma no escrita de que a un autor latinoamericano --el año pasado el galardón recayó en el chileno Gonzalo Rojas-- le sucede uno español.

Fue la ministra Carmen Calvo quien, acompañada de los miembros del jurado, comunicó la decisión obtenida con una gran tranquilidad "por mayoría absoluta".

El galardón, dotado con más de 90.000 euros, será entregado oficialmente el próximo 23 de abril, una festividad aún más especial si se tiene en cuenta la coincidencia con el aniversario del cuarto centenario de la primera publicación del Quijote.

Sánchez Ferlosio es uno de los grandes bichos raros de la literatura española, algo que él ha ido cociendo lentamente, al margen de las camarillas literarias, arrastrando con ello la admiración de casi todos sus colegas escritores. De ahí el amplio consenso alcanzado en la resolución del premio. Víctor García de la Concha y Fernando Savater, presidente y miembro del jurado, destacaron precisamente esa capacidad de francotirador del autor, al que calificaron de "espíritu libre".

Sánchez Ferlosio ha hecho siempre lo que le ha dado la gana", apostilló el escritor Luis Mateo Díez.

Se da también la curiosa circunstancia de que uno de los 12 miembros del jurado es precisamente Javier Cercas, autor de Soldados de Salamina , novela centrada en el fallido fusilamiento del escritor falangista Rafael Sánchez Mazas, padre de Sánchez Ferlosio. Aunque el candidato confeso de Cercas ha sido el autor de El Jarama , éste no le ha recompensado con una amabilidad recíproca pues en las entrevistas que ha concedido en los últimos años no se ha cansado de decir que no le interesaba nada la popular novela.

El escritor, nacido en Roma en 1927 y hermano del cantautor y matemático Chicho Sánchez Ferlosio, obtuvo muy pronto el reconocimiento literario junto a autores como Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos y Carmen Martín Gaite. Con esta escritora ya fallecida contrajo matrimonio en 1953, aunque se separaron años más tarde.

RIQUEZA LEXICA

A lo largo de más de una veintena de obras este gran estudioso de la gramática ha demostrado tener uno de los oídos más atentos al lenguaje y ser un pozo de sabiduría en riqueza léxica. De 1951 es su novela mágica Industrias y andanzas de Alfanhui . Cuatro años más tarde obtuvo el por entonces emblemático Premio Nadal con El Jarama , hoy parada obligada en los manuales de historia de la literatura.