El primer ministro de Tailandia, Thaksin Shinawatra, ha prometido investigar la muerte de 78 detenidos en el sur del país, mientras los medios de comunicación y las ONG lanzan duras críticas contra su Gobierno por no respetar los derechos humanos. Los detenidos murieron en su gran mayoría por asfixia mientras eran trasladados en camiones con lonas.