Los impulsores de una vacuna contra el Sida han recibido un jarro de agua fría al quedar demostrado por primera vez que las estrategias empleadas hasta ahora son contraproducentes porque activa las infecciones en vez de impedirlas. "Se trata de un proceso dramático que hemos sido los primeros en probar", aseguró el pasado miércoles Manfred Dierich del Instituto de Higiene de la Universidad de Innsbruck durante las Jornadas de los Médicos Austríacos que se celebraron en Grado, Italia.

Hasta ahora, varios grupos de científicos intentaban impulsar la inmunización mediante partículas superficiales del virus VIH, sobre todo las glicoproteínas 41 y 120, a fin de que el organismo pueda crear anticuerpos para neutralizar las fuerzas de infección. Sin embargo, los anticuerpos así obtenidos no tienen un efecto protector sino contraproducente, y los científicos de Innsbruck han buscado la causa de este fenómeno. Según explicaron hoy, la conclusión es que dicha reacción se debe a un mecanismo de reinfección, que hasta ahora no se ha podido suprimir.