La flota ballenera japonesa zarpó la semana pasada del puerto de Shimonoseki para llevar a cabo una campaña durante la cual cazará ballenas jorobadas por primera vez desde 1963, fecha en la que esta especie quedó protegida por una moratoria internacional. Los barcos partieron en dirección al Pacífico Sur, donde además de 50 ballenas jorobadas cazarán 850 ballenas mink y medio centenar de ballenas fin. La carne se venderá en el mercado japonés y los ingresos se reinvertirán en campañas balleneras. Las autoridades de Japón justifican esta caza como una investigación científica a cargo del Instituto de Investigación de Cetáceos.