Los planes de estudio propuestos no son descabellados, pero se tiende a la especialización. Los títulos de Historia, Geografía e Historia del Arte pierden interrelación y eso se traducirá en una formación más pobre. En el lado opuesto, Lenguas Modernas pierde especialización. Los nuevos titulados lo serán en una lengua, pero con amplios conocimientos de otra.

Lo ideal sería un equilibrio entre ambos perfiles, que no se pierda la base común de Filosofía y Letras.