Se puede beber. Se puede comer. Se puede escuchar música. Se puede bailar. Pero nada de fumar. Está prohibido. El ´Urban Cowboy´ es el único local de España donde no se permite encender un cigarrillo. De los puros, ni hablamos. Porros, tampoco, claro. Su dueño, Emilio Gallego, se ha recorrido medio mundo y asegura que no existe otro igual. La suerte está echada.

El ´Urban Cowboy´, que también funciona como restaurante, abrió sus puertas a principios de mayo. Está ubicado al lado de la plaza Tirso de Molina. Su propietario lo tiene claro: "Será un éxito. Hay que darle tiempo. Ahora viene el verano y a la gente le gustan más las terrazas, pero en septiembre u octubre ya habrá imitadores". Seguro. Empresario con experiencia Gallego sabe de lo que habla. Hace años, montó en el mismo barrio el ´España Cañí´, el bar-templo de los amantes de la música en español, especialmente el flamenco pop. El local es un éxito. Ahora pretende mimar a los fumadores pasivos, a todos aquellos que están hartos de tragarse el humo ajeno.