La hija del inolvidable Adolfo, Blanca Marsillach, decidió liarse un día la manta a la cabeza, hacerse empresaria teatral y fundar su propia compañía para poner en pie la obra del neoyorquino Michael Weller, La noche al desnudo . El resultado de esta aventura lo presenta el viernes en el escenario del López de Ayala, en Badajoz.

Dirigida por Pape Pérez, con Juan Meseguer en el papel de Adam Penzius y producida por Varela Productions con la colaboración de su compañía, La noche al desnudo aborda el reencuentro de dos ex amantes que se reúnen en la habitación de un hotel tras diez años de ausencia.

En ese reencuentro descubren que nada ha cambiado. El sigue unido a una mujer que en realidad no ama, como hace diez años. Ella, Lindy (papel que interpreta Blanca), sigue atada a esa parte de sí misma que quiere ignorar, que odia y teme, y a un marido que no ama aunque sí lo necesite, o por lo menos crea necesitarlo.

El tercer vértice de este triángulo amoroso lo protagoniza el miedo, por lo que la historia está abocada al fracaso.

Este es el argumento de la obra de Weller cuya puesta en escena ha dirigido Pape Pépez. Es una obra cargada de símbolos, marcada por el trabajo de dos grandes actores que en un momento del montaje deben desnudarse sobre el escenario.

Esta es una representación que llega al espectador por la vía sentimental. Son casi dos horas, tiempo en el que los actores deben viajar a un pasado de hace diez años y volver al presente.