La reforma de Sanidad dará luz verde a la vieja reivindicación de los podólogos de poder recetar los medicamentos relacionados con su especialidad. También lo demandaban los pacientes, que ahora se ven obligados a acudir al médico de cabecera, sobre todo cuando se trata de productos financiados por el Sistema Nacional de Salud.

La lista, que en este caso no cuenta con la oposición de los colegios de médicos, incluye 16 grupos de medicamentos. Entre ellos figuran antiulcerosos, cicatrizantes, antibióticos, antisépticos, apósitos, corticosteroides, antiinflamatorios y antirreumáticos, anestésicos locales, analgésicos y otros medicamentos de urgencia que determinarán las comunidades autónomas.

La autorización para prescribir ciertos medicamentos por parte de los podólogos es una lucha que viene de lejos en esta profesión. De hecho, en un documento que en Consejo General de Podólogos envió a los colegios oficiales recordaban que estos profesionales practicaban tratamientos quirúrgicos y se hacían las siguientes preguntas: ¿Cómo podría el podólogo tratar una extirpación de uña sin anestesia?; ¿Cómo tratar una infección fúngica de los pies (hongos) sin recetar un preparado antimicótico?; ¿Cómo tratar el dolor y la inflamación de patologías del pie sin analgésicos y antiinflamatorios?; ¿Cómo tratar determinados abcesos del pie sin posterior cobertura antibiótica y en su caso, cobertura antitetánica?.