El estudio de la Universidad de Extremadura (Uex) sobre el impacto ambiental que podría causar la Refinería Balboa suscitó tras su publicación múltiples reacciones y discrepancias. Sindicatos asociaciones ecologistas y colectivos agrícolas hicieron públicas sus valoraciones, a favor y en contra.

El secretario regional de CCOO, Julián Carretero, dijo que el estudio "refuerza" las tesis que viene manteniendo este sindicato acerca del proyecto del Grupo Gallardo. Las conclusiones de este informe, señaló, "vienen a decir y a plantear, que adelante y punto".

La Plataforma Ciudadana Refinería No, por su parte, indica que el estudio "carece de rigor científico". A la plataforma no le merece credibilidad un estudio "que ha sido encargado y pagado por el promotor de la refinería".

Y mientras la organización agraria UPA-UCE ha recomendado "prudencia" ante las primeras conclusiones, APAG lo califica de "burla" y "tomadura de pelo".

El secretario de UPA-UCE, Ignacio Huertas, celebró que el estudio indique que no se producirán problemas en las plantaciones vegetales, pero recomendó "prudencia" hasta que el Ministerio de Medio Ambiente apruebe el informe de impacto ambiental. Indicó que su organización no dispone de medios científicos para pronunciarse y confió en el estudio elaborado por la Uex, ya que las organizaciones profesionales agrarias apostaron por esta institución académica para hacer la investigación. Por su parte, el presidente de APAG-ASAJA, Bibiano Serrano, opinó que el estudio es una "burla" y una "tomadura de pelo" porque "contradice los planteamientos de otros muchos informes de rigor", como de Kioto o la ONU, que definen a las refinerías de petróleo como industrias "altamente contaminantes".

También se pronunció el presidente de la Asociación de Empresas Vinícolas de Extremadura (Asevex), Antonio Medina, quien dijo que el estudio "no tiene fiabilidad ninguna" por cuanto ha sido encargado por el promotor del proyecto industrial, el Grupo Gallardo, y por tanto actúa como "juez y parte" en este asunto.