Un conglomerado inversor chino construirá el segundo rascacielos más alto del mundo, que podría alcanzar hasta 580 metros de altura, en la zona financiera de Lujiazui, el corazón económico de Shanghai, en el este de China. Según informó el diario Shanghai Daily, el nuevo edificio, del que aún no se ha anunciado el diseño definitivo, será la segunda construcción humana más alta del planeta, después de la torre Burj Dubai, en los Emiratos Arabes Unidos (EAU), que se espera terminar este año con cerca de 800 metros de altura.