Waechtersbach anuncia recortes en su fábrica por la crisis internacional

La tercera industria más importante de Cáceres, con 92 trabajadores, sufre los efectos de la guerra de Irak, la subida del petróleo y las controvertidas elecciones que vive EEUU con motivo de esta situación. Waechtersbach, dedicada a la fabricación de artículos de loza y complementos de mesa en cerámica, tendrá que reducir la jornada laboral y el sueldo de su plantilla hasta el 31 de diciembre, con el fin de paliar la bajada temporal de pedidos derivada de este panorama. Sus grandes clientes y potenciales compradores, la mayoría estadounidenses, han pospuesto sus compras y posibles acuerdos hasta el 2005, cuando el horizonte político y económico tome un rumbo determinado.

Un revés coyuntural para una empresa que salió de la quiebra hace 15 meses de la mano de su nuevo propietario, Alejandro Rodríguez Carmona, quien asegura que "estos recortes son temporales, puesto que las perspectivas para el 2005 se adivinan bastante óptimas. Ya podemos garantizar que la fábrica estará al 80% de su capacidad el próximo año, y si conseguimos un cliente más en EEUU, superaremos el 100%".

COMPENSACION El empresario ha iniciado negociaciones con el comité de empresa para consensuar los recortes, en ningún caso de plantilla. Los trabajadores compensarán la pérdida de parte de su sueldo con complementos del subsidio de desempleo.

Sin embargo, según Carmona, este escollo no oscurece las buenas cifras de Waechtersbach hasta julio y su creciente recuperación tras la quiebra. El problema radica en que aún no ha tenido tiempo de estabilizar su cartera de clientes, y que muchos compradores son americanos justo en un periodo de crisis internacional. El departamento comercial, prioritario en Waechtersbach, ha conseguido un crecimiento de las ventas por encima del 30% hasta julio. El principal cliente, la cadena americana Pier 1, con más de 1.100 tiendas y 100 nuevas cada año, incorporará una segunda colección de vajillas de la planta cacereña en el 2005. Además, existen contactos con una firma de 500 tiendas, otra de 1.225 y una tercera de 664 (mundialmente conocida), todas de EEUU, que no decidirán sus compras hasta el 2005.

2,5 MILLONES DE PIEZAS La planta cacereña también vende a las firmas Waechsterbach de EEUU y Alemania, y no descarta comprar esta última en un futuro. "Incluso pueden llegar nuevos pedidos que nos permitan recuperar el horario y los sueldos antes de enero", indica Carmona, que continúa abriendo mercados que sustenten la nueva etapa de la fábrica. Hará especial hincapié en el territorio español.

Las inversiones también han permitido mejorar el proceso fabril. Las piezas con tara superaban el doble de la media del sector, y ahora suponen un 15%, "aunque tenemos que bajar hasta un 10%", explica el empresario, que paga una prima por calidad a sus empleados. La producción total ya alcanza los 2,5 millones de piezas anuales, si bien Carmona quiere llegar a 5 millones a través de un plan diseñado para la planta, que incluye la automatización de la fabricación en crudo y del esmaltado en el 2005. La empresa ha pedido ayudas a Junta y Gobierno.

Pero no todas las ganancias pueden destinarse a inversión: la planta arrastra una deuda de 2,5 millones de euros tras la quiebra. "Los buenos resultados obtenidos hasta junio han permitido abonar 500.000 euros de esta cifra", explica el empresario, que lleva un año intentando recobrar la confianza de proveedores e instituciones en la firma. "No es fácil. Los accionistas y los trabajadores son los verdaderos artífices de la recuperación, y por ellos intentaremos solventar este bache cuanto antes", dijo.